Los organismos internacionales parece que tienen una agenda selectiva cuando se trata de condenar hechos de violencia en Latinoamérica.
Entre el sábado y ayer, 16 personas fueron asesinadas en dos diferentes hechos de violencia en Honduras, aumentando la cifra de homicidios en el país.
Sin embargo, esa violencia que sufre la población hondureña parece no haber hecho eco en organismos internacionales como la ONG Human Rights Watch (HRW), que no ha emitido ninguna condena al respecto.
Pero este organismo está presto a cuestionar las medidas de seguridad que el Gobierno del presidente Nayib Bukele ha tomado en El Salvador para frenar la violencia que generaban las pandillas, obteniendo grandes resultados.
Fue el propio subdirector en funciones de HRW para América, Juan Pappier, quien afirmó que las políticas de seguridad que trabaja el Ejecutivo salvadoreño son «populistas».
«Latinoamérica necesita políticas de seguridad sólidas, no autocracias populistas con estrategias de corto plazo», argumentó Pappier.
En Honduras rige desde el 6 de diciembre pasado un estado de excepción para enfrentar a las pandillas Salvatrucha y Barrio 18, el cual después de dos prórrogas abarca a 123 de los 298 municipios que tiene el país.
La presidenta hondureña, Xiomara Castro, exigió a la Secretaría de Seguridad resultados inmediatos para dar con los responsables de las masacres perpetuadas días atrás.