El Gobierno de Panamá llevó a cabo este martes el primer vuelo de deportaciones con 29 migrantes colombianos que ingresaron de manera irregular por la selva el Darién. La acción forma parte del memorando de entendimiento que las autoridades firmaron con Estados Unidos el 1º de julio para frenar los flujos migratorios.
Los migrantes caminaron esposados de manos y pies hacia el avión en el aeropuerto Albrook Gelabert, mientras eran custodiados por agentes policiales.
El viceministro de Seguridad de Panamá, Luis Felipe Icaza, reveló que está previsto otro vuelo para el viernes o sábado y que ya se estableció contacto con Ecuador e India. Sin embargo, la frecuencia de los vuelos se irá programando según la tramitología de los casos, dijo.
Icaza informó que algunos migrantes de este primer vuelo tenían antecedentes penales. «Una de estas personas con antecedentes está marcada con un caso de alto perfil, ya que está vinculada al Clan del Golfo, uno de los principales grupos narcotraficantes que operan en la región», señaló en conferencia de prensa.
El director del Servicio Nacional de Migración, Roger Mojica, comunicó que el flujo migratorio irregular ha disminuido un 30 % luego de que cerró con una barrera perimetral tres puntos de acceso en la selva.
En lo que va del año, las autoridades han registrado a más de 230 mil personas ingresando de manera irregular por el Darién. Solo en lo que va de agosto la cifra asciente a 8,000 casos.
«Estamos monitoreando la situación de Venezuela y las medidas que vayamos tomando las haremos públicas en su momento», adelantó Mojica.
La agregada regional de Seguridad Interna de Estados Unidos, Marlen Piñeiro, señaló que la deportación «demuestra el compromiso de ambos países por abordar juntos la migración irregular en Darién»
«Lo que buscamos ambos países es que las personas dejen de poner sus vidas en riesgo migrando de manera irregular a través de Darién, exponiendo a su familia a violaciones sexuales, robos, violencia, extorsión e incluso la muerte», aseguró Piñeiro.