La escalada de violencia en Honduras continúa cobrando vidas a manos de las pandillas, que han extorsionado a cientos de transportistas y asesinado a aquellos que se niegan a pagarle a estas estructuras criminales.
Se estima que entre 2010 y 2024 han sido asesinados más de 5,000 transportistas que se encontraron acorralados entre la extorsión y la muerte. Conducir autobuses o taxis en Honduras y Guatemala se ha vuelto una profesión de riesgo ante el asedio de las estructuras criminales.
Los conductores han denunciado diversos casos de extorsión y amenazas por parte de pandilleros, como es el caso de un transportista que fue sorprendido por sicarios que se desplazaban en motocicleta que le quitaron la vida con armas de fuego cuando acaba de salir de la capital guatemalteca. Este caso fue difundido a través de redes sociales por pasajeros que alertaron a las autoridades.
Las pandillas han obligado a varias empresas de transporte a cerrar operaciones de forma temporal por el cobro de las extorsiones y amenazas de muerte.
Según la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH), entre 2010 y 2024 se han registrado 2,300 homicidios de personas vinculadas al sector del transporte en Honduras
En el caso de Guatemala, durante el mismo período comparado a los registros de Honduras, se contabilizan 2,000 transportistas asesinados a manos de las pandillas, de los cuales 640 pertenecen a conductores de busas extraurbanos que se desplazan en el interior del país.