El testigo criteriado «Boricua» declaró en contra de ocho miembros de una estructura de la Mara Salvatrucha, entre ellos el cabecilla José Johel Quinteros Escobar y el sicario Manuel de Jesús Sánchez Salinas, quienes fueron condenados a 30 años de cárcel en el juicio que enfrentaron de forma virtual desde el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot).
Los otros seis miembros de la clica Cabañas Locos Salvatruchos que delinquían en la zona sur de Soyapango, Ilopango y municipios del sur de San Salvador enfrentaron el juicio mediante conexión virtual desde los penales de San Francisco Gotera, Morazán; Izalco, Sonsonate y Ciudad Barrios, San Miguel.
El ministerio público los acusó de asesinar a dos personas en los municipios de Soyapango y en Olocuilta, en los años 2011 y 2014.
Uno de los crímenes lo cometieron el 17 de febrero del año 2011 cuando privaron de libertad a un joven quien según ellos era miembro de la Pandilla 18, lo llevaron hasta una casa destroyer (vivienda donde la MS planificaba delitos).
«Boricua», quien participó en el crimen dijo que a una de las víctimas lo golpearon entre todos y luego le dejaron caer una olla rellena con cemento en el pecho, cada uno de los mareros se fueron turnando para hacerlo.
Posteriormente sacaron un cuchillo de unos 35 centímetros y lo comenzaron a apuñalar entre todos, se estuvieron turnando para lesionarlo. El criteriado mencionó que a la víctima la torturaron durante ocho horas.
Cuando se aseguraron que ya estaba muerto lo introdujeron en una bolsa negra y lo trasladaron hasta la colonia Prados de Venecia de Soyapango en un microbús de un señor conocido como Balta, un colaborador de la Mara Salvatrucha que ya fue condenado por ayudar a la pandilla en otros hechos.
La información aportado por «Boricua» fue confirmada con el dictamen de autopsia de Medicina Legal donde estableció que el joven no identificado murió a causa de múltiples lesiones con objeto contundente y lesiones de arma blanca.
El segundo homicidio fue planificado en una reunión que tuvieron varios cabecillas de la MS en la comunidad Duarte Meléndez, Soyapango, en ese encuentro delictivo estuvieron José Johel Quinteros Escobar, el criteriado y otros jefes de clicas.
Acordaron que iban asesinar a José Margarito González, porque según los mareros era un informante de la PNC, ya que tenía un hijo que era policía y otro que era de la pandilla 18.
Todos las cabecillas estuvieron de acuerdo en ejecutar y el homicidio, nombraron a cinco mareros para que cometieran el hecho y permanecieron durante tres días en Olocuilta para dar vigilancia y seguimiento a la víctima y cuando tuvieron el momento indicado lo balacearon en la lotificación Casa Loma, de Olocuilta, departamento de La Paz.