Un alud de tierra y lodo provocó daños parciales en la vivienda de Gabriela Antonia Torres Barrios de 52 años y Mariano de Jesús Barrera Orellana, de 53, una pareja de esposos que ahora puede contar cómo sobrevivieron al deslave ocurrido la noche del jueves, en el caserío Los Angelitos II, de Nejapa.
«La verdad fue bien terrible, nosotros pensábamos que era una tormenta normal, pero cuando nos salimos, mi esposo ligero me agarró la mano y venía la creciente peor que un río. Después vimos para la casa y se había llevado el servicio, las gallinas y parte del corredor de nuestra casa», comentó Gabriela.
La sobreviviente agregó que junto a su esposo han residido toda su vida en el lugar, pero que en sus más de 50 años nunca habían pasado algo similar en otros inviernos. Afirma que ahora sienten temor de regresar al caserío.
«Nosotros no quisiéramos regresar, pero ahí tenemos todas nuestras cositas y tenemos cosas que perder », señaló Gabriela. Y agregó: «quisiéramos movernos de ahí, pero como somos pobres no podemos pagar una vivienda. No porque ¿cómo vamos a querer regresar a ese lugar por todo lo que ha pasado? Eso ha quedado todo destrozado, todo lavado», apuntó.
Los esposos Barrera Torres comentaron que las autoridades municipales les han dicho que estarán tres días en el albergue del centro Escolar José Matías Delgado, mientras revisan los daños en las viviendas y hacen un censo para ver hacia dónde los desplazan.
De acuerdo a los sobrevivientes, el Gobierno ha ofrecido nuevas viviendas para las familias afectadas y afirmaron que personal de Fonavipo les pidió sus datos para ser beneficiados. «Esperamos que nos resuelvan pronto», comentó Mariano.
Al igual que los esposos Barrera Torres, Diana Esmeralda López Nerio, de 20 años, junto a su esposo y sus hijos de 2 y 5 años, lograron salir antes que el alud de tierra soterrara completamente su casa.
«Nosotros perdimos todo, todo quedó lavado. Por eso solicitamos ayuda de personas altruistas para construir la casa en el mismo lugar, porque no tenemos donde más irnos», señaló Diana. Y agregó que a pesar del temor, piensan regresar al caserío, porque no pueden construir en otro lugar.