Cada maestro cervecero elabora su propia receta, ya que se trata de una creación personal a la que dedica tiempo y pasión, para que conquiste los paladares de muchos amantes de esa bebida, cuyos orígenes surgieron a finales de la década de los setenta en el Reino Unido.
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Para los pequeños productores artesanales de esta época significa continuar el trabajo de aquellos maestros antiguos que, sin tantos medios técnicos e industriales, eran capaces de elaborar una cerveza de calidad, original, auténtica y saludable.
Representantes de la empresa Puente Quemado, fundada por los hermanos José y Camilo Hernández, explicaron que el primer paso para la elaboración de una cerveza es pesar los granos, luego los someten a una temperatura entre 67-69 grados en ollas a baja presión, después dejan la preparación en el fuego durante 90 minutos. A mitad de la cocción, los maestros cerveceros añaden el lúpulo.
Luego pasan el mosto (el líquido que sale de la malta) que han hervido a otro recipiente, y utilizan una refrigeradora para que baje la temperatura. En ese proceso el azúcar es un insumo importante.
Al final dejan reposar la bebida y la vierten en las botellas, para colocarlas en un cuarto de refrigeración por un mes.
La diferencia principal entre la cerveza industrial y la artesanal se encuentra en las proporciones, en el tratamiento de la materia prima y en el proceso de elaboración, según la revista «Expo Gourmet».
Para aprender más sobre esta cerveza, la empresa Puente Quemado ha decidido impartir cursos para las personas del lugar que estén interesadas en aprender sobre el proceso.
DATOS:
Principales países productores de cerveza artesanal, con datos de 2019.
China: 440 millones de hectolitros.
Estados Unidos: 217 millones de hectolitros.
Brasil: 140 millones de hectolitros.
México: 122 millones de hectolitros.