André Mendonça, un pastor presbiteriano y exministro de Justicia, fue juramentado este jueves como juez de la corte suprema de Brasil, un nombramiento promovido por el presidente Jair Bolsonaro que había prometido un magistrado «terriblemente evangélico».
«Prometo cumplir fielmente los deberes del cargo de ministro del Supremo Tribunal Federal (STF)», dijo Mendonça durante una breve ceremonia en Brasilia, a la que Bolsonaro participó tras presentar un test PCR negativo a falta de quererse vacunar contra el covid-19.
El pastor, de 48 años, integró el gobierno de Bolsonaro desde que llegó al poder en enero de 2019 con el apoyo fundamental de los evangélicos, un sector que representa un 31% de la población, según una encuesta reciente.
Además de ministro de Justicia, fue Abogado General de la Unión (representante de los intereses del Estado) hasta agosto.
Su nominación es respaldada por sectores conservadores, ya que el STF marca el rumbo en temas sensibles como derechos de las minorías, aborto, drogas o acceso a las armas.
No obstante, Mendonça ha afirmado que no «hay espacio para manifestaciones religiosas» en las sesiones de la corte y asegurado que defenderá «el derecho constitucional del casamiento civil de personas del mismo sexo».
Se trata del segundo juez nominado por Bolsonaro para el STF después de Kassio Nunes Marques en 2020.
Tras su aprobación en el Senado, se filtraron videos en los que Mendonça celebraba el nombramiento junto a su familia y la primera dama, Michelle Bolsonaro, una ferviente creyente evangélica que también estuvo presente en la ceremonia de este jueves.
«Mendonça en el STF es una victoria personal para el presidente: puso todo el capital político que construyó para lograr» su designación, comentó a la AFP el analista político Creomar de Souza.
Su juramentación «tiene incidencia» en los evangélicos, cuyo apoyo será clave para las aspiraciones del presidente ultraderechista de ser reelegido en octubre próximo, agregó.
«Pueden estar seguros, no le pediré nada» a Mendonça, afirmó el miércoles Bolsonaro, antes de agregar: «No tendremos sobresaltos con él» en el STF.
De Souza recuerda que «en votaciones estratégicas, el juez Nunes (…) fijó una posición muy cercana al presidente». «Falta saber si ese comportamiento será adoptado por Mendonça», observó.
Desde el inicio de la pandemia, algunos jueces del STF han sido clave para implementar medidas preventivas a las que Bolsonaro se oponía, como recientemente ocurrió con la exigencia del certificado de vacunación para entrar en el país ante el surgimiento de la variante ómicron.
Bolsonaro insiste en recordar que quien sea electo en 2022, nombrará a dos jueces en el Supremo en 2023: De ser «candidato» y ganar, «yo tendría 40% a mi favor» en el máximo tribunal, afirmó.