Los niños y adolescentes que se desplazan en el país de manera forzada por razones de violencia conforman el grupo más vulnerable porque pueden sufrir daños emocionales y psicológicos, según indica el informe «Afectación del desplazamiento interno forzado en la niñez y la adolescencia salvadoreña», realizado por la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) y Cristosal.
El estudio muestra una revisión documental de 134 expedientes con denuncias presentadas ante la PDDH y 20 orientaciones brindadas por esta institución a quienes que no denuncian. Encontraron que al menos 170 personas estuvieron afectadas por desplazamiento interno por violencia, de las cuales, 120 tuvieron que desplazarse y 50 estuvieron en situación de riesgo.
La investigación fue expuesta en una conferencia de prensa, donde estuvo presente Abraham Abrego, director de atención a víctimas de Cristosal; Noah Bullock, director ejecutivo de Cristosal; Ulises Rivas, procurador adjunto para la defensa de los derechos de la niñez y la juventud, y Silvia Beatriz Campos, procuradora adjunta para la defensa de los derechos de las personas migrantes y seguridad ciudadana.
Según Ulises Rivas, el grupo más vulnerable está conformado por los adolescentes porque se verificó que sufren efectos psicológicos como dificultad de adaptación e integración a nuevos espacios, timidez, estrés postraumático, ansiedad, depresión y conductas agresivas. «Ellos comprenden qué está sucediendo con su familia; mientras que los niños, por su edad, no alcanzan a comprender la totalidad de la situación, por lo general les afecta en su alimentación, porque comen demasiado o dejan de comer», dijo Rivas.
En ese sentido, los adolescentes participaron en grupos focales como parte de dicho estudio, y manifestaron que las principales causas que generaron el desplazamiento fueron hechos de violencia asociados a maras y pandillas. Según el informe, los delitos que detonaron el desplazamiento interno forzado fueron amenazas, con un 37.1%; homicidio de un familiar, con 15%; extorsión, con un 8.5% y temor por violencia, un 6%. También se realizaron grupos focales con docentes de educación parvularia y básica.
Para Bullock, los factores sociales generan un contexto que lleva a las personas a desplazarse en el país. «La fórmula histórica de desplazamiento que hemos podido documentar es la percepción de la población sobre la capacidad de grupos criminales, de ejercer amenazas y cumplirlas», y agregó que se han realizado esfuerzos a nivel gubernamental, pero aún se debe seguir trabajando: «las respuestas del Estado han mejorado, tenemos una nueva ley que fue sancionada el año pasado por el presidente, pero aun así no hay presupuesto», comentó Bullock.
Durante la conferencia también hicieron un llamado a las autoridades correspondientes y organizaciones para que se continúe abordando el tema y evitar que más niños y adolescentes sufran un desplazamiento.
Disminución de denuncias en 2020
La procuradora adjunta, Beatriz Campos, dijo que las denuncias de personas desplazadas por violencia han tenido una leve disminución en los meses del presente año, en comparación con el año 2018 y 2019. «De enero a agosto, hemos recibido 47 casos de denuncia de personas desplazadas en la PDDH por violencia, mayoritariamente las hemos recibido en San Salvador, hay una leve reducción, porque el año anterior y el año antepasado por trimestre teníamos unos 30 a 40 casos registrados, pero en este caso (2020) de enero a agosto tenemos 47 casos registrados y actualmente nos encontramos analizando esa información. Antes los hacíamos trimestralmente, pero por la pandemia, estamos desglosando estos datos», explicó Campos.