El periodista internacional, de nacionalidad venezolana, Emmanuel Rincón, denunció que hay una campaña de la oposición política -nacional e internacional- para tratar de desprestigiar el trabajo que realiza el presidente salvadoreño Nayib Bukele.
En los últimos meses, y desde que el gobernante salvadoreño inició la guerra en contra de las pandillas, diversas organizaciones que dicen defender los derechos humanos, junto a partidos políticos y medios de comunicación afines, iniciaron un férreo ataque en contra de la gestión presidencial.
Uno de los ataques más recientes surgió el miércoles pasado, y provino del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), que criticó al Gobierno por pagar la deuda soberana que heredó de ARENA y FMLN, cuando este mismo instituto había alertado que El Salvador caería en impago, y ello traería consecuencias negativas.
«Esto es impresionante, ya no saben cómo intentar desprestigiar el Gobierno de Nayib Bukele, ahora resulta que es negativo que El Salvador cumpla con sus obligaciones y pague sus deudas. No puedo creerlo, esto ya es demasiado», reaccionó Rincón ante la postura del Icefi.
Fue Ricardo Castaneda, coordinador de Icefi para El Salvador y Honduras, quien cuestionó el pago adelantado de deuda soberana en detrimento, según él, del gasto en áreas sociales.
El mismo Castaneda ha cuestionado en diferentes ocasiones el peligro de que el país caiga en impago, pero ahora critica que honre sus deudas. De hecho, comparte opiniones y defiende a otros opositores del gobierno.
Recientemente, la periodista española Elena Berberana también denunció los ataques contra del Gobierno salvadoreño. «Estados Unidos ha decidido posicionarse con naciones corrompidas, por lo que estamos observando, y además, lo hace de la mano de las organizaciones internacionales que presionan a Nayib Bukele», indicó la periodista.
De hecho, entidades como Human Rights Watch y Amnistía Internacional, que dicen defender los derechos humanos, han exigido al Ejecutivo poner fin al régimen de excepción con el cual se combate a los grupos criminales, situación que implicaría dejar de capturar a los mareros que por décadas asesinaron a miles de salvadoreños, además de cometer delitos como violaciones, extorsiones, robos y lavado de dinero.
Los pronunciamientos de esas organizaciones han hecho eco en medios de comunicación afines que también han tomado posturas en contra del trabajo del presidente Nayib Bukele, a pesar de que nueve de cada 10 salvadoreños respaldan sus acciones en contra de las pandillas, según la encuestadora CID Gallup.