El domingo 26 de junio cerró con cero homicidios a escala nacional y con ello se acumulan 143 días sin muertes violentas desde la puesta en marcha del Plan Control Territorial, en junio de 2019 en El Salvador.
En lo que va del 2022, el Gabinete de Seguridad totaliza 52 días sin asesinatos, de los cuales 45 han ocurrido en el marco del régimen de excepción que inicio el 27 de marzo y con el que el gobierno del presidente Nayib Bukele combate legalmente a las estructuras terroristas.
En 15 años de las tres administraciones presidenciales que antecedieron a la actual, solo hubo 1 día con cero homicidios, la tasa de homicidios era de 104 por cada 100,000 habitantes. Ahora esa tasa es de 17 homicidios por cada 100,000 habitantes y con tendencia a seguir bajando.
«El sábado 25 de junio ningún homicidio se registró en El Salvador. Domingo 26 de junio, un nuevo día sin homicidios en El Salvador. Las acciones implementadas por el Gobierno del presidente Nayib Bukele para combatir el crimen organizado están siendo vitales para tener un país más seguro. Seguimos en esta Guerra contra las pandillas, reaccionó el director de Centros Penales, Osiris Luna.
Por su parte el diputado, Jorge Castro opinó que los buenos resultados de la estrategia de seguridad son el resultado de las acciones acertadas de la administración Bukele para proteger la vida de los salvadoreños.
«La prolongación del régimen de excepción es precisamente para esto que es lo que se está protegiendo y el derecho fundamental a la vida, eso es lo que se está tutelando. Entonces se están tomando decisiones que están dando estos frutos precisamente y nosotros nos sentamos a pensar cuántas vidas se han protegido, cuánta gente precisamente ha podido transitar y ese respeto a la vida se ha dado correctamente y legalmente», manifestó el legislador.
La guerra contra las pandillas ha logrado la captura de 42,885 miembros de estas estructuras criminales. El domingo 26 de junio de 2022 fueron arrestados 98 terroristas.
La Policía Nacional Civil (PNC) y la Fuerza Armada de El Salvador siguen golpeando a las pandillas y desmantelando campamentos clandestinos en la zona rural, a donde intentan huir de la justicia.
Hacia una tasa de 14.5 homicidios por cada 100,000 habitantes
El año 2022 cerraría como el año más seguro de la historia reciente. Entre el 1° de enero al 18 de junio, la Mesa Técnica Interinstitucional para la Conciliación de Cifras de Víctimas de Homicidios y Feminicidios registra 426 muertes violentas a escala nacional y de seguir el ritmo actual el año culminaría con una tasa de 14.5 asesinatos por cada 100,000 habitantes.
Las muertes violentas de este año representan un 30% menos con respecto al mismo periodo en 2021 cuando se totalizaron 915 homicidios en todo el territorio nacional.
La violencia homicida comenzó a reducirse a partir de junio de 2019 con la puesta en marcha del PCT, la estrategia de seguridad ideada por el jefe de Estado Bukele y su Gabinete de Seguridad que ha logrado la disminución histórica de las muertes violentas, desapariciones, extorsiones, hurtos y robos que por más de 30 años agobiaron a los salvadoreños.
En los últimos seis meses de la administración del FMLN registraron 1,561 asesinatos en todo el territorio y esos datos comenzaron a descender en 2020, cuando las autoridades informaron de 585 casos, los cuales representaron un 62.7% de reducción en comparación con el año anterior.
Mas soldados se integran al PCT
El pasado 23 de junio de 2022 fueron graduados un contingente de 1,400 soldados quienes pasaron a engrosar las filas de la Fuerza Armada de El Salvador, y a reforzar las acciones de seguridad del PCT.
«Cumpliendo la orden del Señor Presidente Nayib Bukele, de ir duplicando los efectivos de la Fuerza Armada, este día fueron juramentados 1,400 reclutas que pronto se integrarán al Plan Control Territorial para ganar la Guerra contra las pandillas» afirmó el ministro de la Defensa Nacional, René Merino.
Al cumplirse tres años de ejecución del PCT el mandatario Bukele afirmó que en su fase uno integró a 1,500 nuevos agentes de la PNC para combatir la criminalidad y en la fase tres se subió el número de soldados asignados a las tareas de seguridad pública de 3,500 a más de 17,000.