Platense se fue a segunda división desde 1980. Desde entonces ha hecho un sinfín de intentos por volver al circuito de privilegio, pero todos han tenido la viñeta de fallidos. Pero este domingo, el equipo amarillo y negro tiene una oportunidad inmejorable, de la mano del timonel Gillermo Rivera, para regresar a la liga de privilegio. Si le gana a Destroyer, será de inmediato equipo de primera división. Pero si cae todavía tendrá una segunda oportunidad el próximo domingo, siempre ante los de La Libertad.
En el estadio Panorámico ya se extrañan aquellas tardes vibrantes que los gallos regalaron a finales de los 70 con un equipo comandado por Mauricio «Tuco» Alfaro, Ricardo Guevara Mora, el argentino Secundino Paez y otros de renombre a escala nacional. Era el equipo que comandaba desde lo administrativo la familia Rengifo.
Platense está lleno de ansiedad por llegara a primera, por lo que quiere definirlo todo desde este domingo y volver a festejar por las calles de Zacatecoluca, con el título de equipo de primera categoría. Así lo dejó saber el delantero nacional, Rafael Burgos, en una entrevista con «Diario El Salvador».
«Se viene esta final, algo que Platense viene peleando desde hace tiempo y yo quiero ser parte de esta historia. Le queremos dar alegría a esta afición que se lo merece. De local o de visita , nuestra gente siempre llenaba los estadios. Será bonito poder subir al equipo de una vez», externó el delantero del equipo gallero.
Burgos llegó para darle a Platense lo que mejor sabe hacer: goles. A fuerza de patadas lo ha conseguido «Es increíble la cantidad de patadas que se dan en segunda división. No hay muchas cámaras, no existe eso que pueda detener a un jugador», dijo el atacante.