FOMILENIO II, el programa de cooperación insignia de La Corporación Reto del Milenio (MCC) para promover la inversión, el empleo y el crecimiento en El Salvador, llegó a su final, dejando un legado en obras de infraestructura y políticas públicas que servirán de soporte para el desarrollo económico y social del país. Solo a través de sus dos programas financiados por MCC ha canalizado más de US$700 millones para financiar proyectos diversos. Para William Pleites, director ejecutivo de FOMILENIO II, la culminación de este importante programa ha sido exitosa con más de 100 intervenciones, la mayoría de las cuales están terminadas, aseguró el funcionario.
El FOMILENIO II cierra justo el 30 de abril, ¿Cuál es la valoración que hace sobre cómo se ha ejecutado el proyecto?
Creo que, a pesar de las dificultades por las que se ha atravesado, estamos muy próximos a la finalización exitosa de este importante programa de cooperación. El programa incluyó más de 100 intervenciones, la mayoría de las cuales están terminadas. Únicamente nos quedan pendientes unas pocas que fueron paralizadas temporalmente, mientras se elaboraban y aprobaban los protocolos de bioseguridad para evitar la propagación de la Pandemia del Covid 19. Los avances en la implementación en medio de la Pandemia y de más de dos fenómenos climatológicos adversos, unidos a los esfuerzos hechos por el Gobierno de El Salvador (GOES) para asegurar la finalización exitosa del Convenio, han sido tan bien vistos por la Corporación Reto del Milenio que, en estos momentos, dicha corporación está valorando la posibilidad de reembolsarnos la mayor parte de los US$20.4 millones que no se pudieron ejecutar antes del 9 de septiembre de 2020, que fue la fecha de finalización de la vigencia del Convenio, pasando después al periodo de cierre.
¿Qué proyectos están pendientes de ejecución? ¿Cuáles son los avances a la fecha?
Quedan pendientes de terminar: los recintos fronterizos inteligentes de Anguiatú y El Amatillo, las plantas de tratamiento de aguas residuales de Nejapa y El Zonte, el bulevar Claudia Lars y el Sistema de Riego de El Paisnal. A través de un convenio con el Ministerio de Obras Públicas estamos también por iniciar la construcción de dos pasos a desnivel: uno en la intersección de la carretera de El Litoral y la carretera al Aeropuerto Internacional y la otro en la intersección entre la carretera hacia Santa Ana y la que viene de Quezaltepeque y que conectaría con el bulevar Claudia Lars.
¿Recién pidió reformas en la Asamblea Legislativa ¿Cuál fue la petición en concreto? ¿En qué consiste?
Las reformas solicitadas consisten básicamente son: Transformar FOMILENIO II en una nueva institución que se denominaría Entidad del Milenio, con la finalidad de que pueda administrar las obras pendientes de finalizar bajo el mismo régimen institucional y jurídico del Convenio del Reto del Milenio. Esta entidad sería similar a FOMILENIO II, en el sentido de que operaría con su misma normativa, pero con un nombre diferente, debido a que MCC [Corporación Reto del Milenio] no permite que se siga utilizando el mismo nombre a una institución creada mediante un convenio después de la fecha de cierre del mismo, la cual, en nuestro caso, es el 30 de abril.
Permitir que, para el desarrollo de sus proyectos, la nueva entidad pueda recibir aportes de diferentes fuentes, incluido el reembolso de fondos que se ha gestionado con MCC por los US$ 20.4 millones que no se pudieron implementar antes de la fecha de cierre del Programa (9 de septiembre de 2020).
¿Qué pasaría si no llegan esas reformas antes que finalice la legislatura?
El régimen legal de implementación caducaría y habría que modificarle los contratos a las empresas constructoras y supervisoras de las obras pendientes de finalizar, ya no bajo la normativa del Convenio, sino bajo la normativa administrativa gubernamental ordinaria.
Este cambio de legislación aplicable implicaría modificaciones sustanciales a las condiciones contractuales pactadas originalmente con incremento de costos, con lo cual se suscitarían muchos reclamos que terminarían siendo muy gravosos para el Estado salvadoreño.
No se podría recibir el reembolso de fondos que se ha gestionado con MCC, ya que éste solo es utilizable bajo el marco de implementación derivado del Convenio.
¿Por qué es necesario que las reformas las aprueben los actuales diputados?
Porque la prórroga de 117 días de la Fecha de Cierre del Convenio, otorgada generosamente por parte de MCC vence el 30 de abril, justamente el último día de funciones de la actual Legislatura. Pasada esa fecha, si no se aprueban las reformas, ya no habría la posibilidad de hacer la transformación de FOMILENIO II en la Entidad del Milenio, debido a que no se puede reformar una institución que, después de esa fecha, habría legalmente desaparecido.
¿Qué riesgo se corre en caso de no ser así?
Se crearía un caos con los proyectos pendientes de finalizar, ya que habría que trasladarlos a las entidades correspondientes (MOP, ANDA, Ministerio de Hacienda, MAG), las cuales operan con una normativa de compras y contrataciones, administración de contratos y manejo de finanzas diferente, con el riesgo de que se generen muchos reclamos que terminen afectando los tiempos y los costos de las obras.
¿Hay fondos de FOMILENO II que aún no han sido invertidos?
FOMILENIO II cuenta con algunos fondos de la contrapartida del Gobierno de El Salvador, necesarios para la finalización de las obras, más el refuerzo que hizo el GOES a través de MOP para asegurar la finalización exitosa del Convenio.
Estos fondos son suficientes para alcanzar el óptimo alcance de las obras pendientes y para financiar los dos pasos a desnivel antes mencionados, incluidos en el convenio suscrito con el Ministerio de Obras Públicas. Adicionalmente, se podría contar con el reembolso de fondos solicitado a MCC.
¿Cuánto de ese recurso se espera recuperar?
El máximo que se espera recuperar son los US$ 20.4 millones (de la donación de US$ 277 millones) que no pudieron ser ejecutados antes del 9 de septiembre de 2020 y que tuvieron que ser aportados por el GOES en adición a la contrapartida de US$ 88.2 millones establecida en el convenio. Sin embargo, para determinar los que se nos podría reembolsar, MCC está haciendo una evaluación de una diversidad de situaciones acontecidas durante la implementación, especialmente después de que se desató la pandemia del Covid-19 para, a partir de ahí, identificar algunos gastos financiados con los fondos de la contrapartida del GOES que serían elegibles para el reembolso.
¿Cuál sería el tiempo que necesitan para ejecutar esa inversión?
Para finalizar las obras pendientes, unos 4 meses. Dicho plazo se ampliaría un poco más para la construcción de los dos pasos a desnivel acordados con el MOP. Con respecto a las obras a financiar con el reembolso que se espera, no me atrevería a determinar el tiempo que se requeriría para su implementación, ya que como aún no se conoce el monto exacto que se recibiría, el GOES aún no ha seleccionado los proyectos a financiar. Se espera, sin embargo, que sean obras complementarias a los alcances del Convenio del Reto del Milenio y que se puedan ejecutar con una relativa rapidez. Hay ya varias solicitudes para el uso de esos fondos.
¿Afectó la pandemia de COVID-19 para cumplir con los tiempos e inversión?
Sin duda alguna. Hay que recordar que el 14 de marzo, la Asamblea Legislativa de El Salvador promulgó el Decreto No. 593, correspondiente al “Estado de Emergencia Nacional de la Pandemia por COVID-19” y el Decreto No. 594, correspondiente a la “Ley de Restricción Temporal de Derechos Constitucionales Concretos para Atender la Pandemia COVID-19”. En correspondencia con la situación de emergencia y utilizando las facultades que le otorgaron esas leyes, el GOES adoptó una diversidad de medidas drásticas relacionadas con la posibilidad de tránsito y movilidad de las personas, con el fin de postergar y minimizar el impacto de la pandemia. Entre las actividades temporalmente paralizadas estuvieron todas las obras de infraestructura que estaban siendo ejecutadas por FOMILENIO II. Posteriormente, MCC estableció, además que, antes de reiniciar la construcción de las obras, era indispensable que FOMILENIO II elaborara y sometiera a su No Objeción un Protocolo de Salud y Seguridad Ocupacional, con el propósito de minimizar el impacto de la pandemia sobre los trabajadores. Producto de ello, las obras se paralizaron por más de 4 meses, además de que se incluyeron nuevas normativas que desaceleraron la velocidad de la implementación e incrementaron los costos de las obras.