Seguridad, orden y limpieza. Esas son las tres palabras principales que expresan los visitantes del Centro Histórico de San Salvador para referirse a la transformación en dicha zona de la capital, que inició durante la gestión edilicia de Nayib Bukele en el período 2015-2018 y que continúa ahora que está al frente del Ejecutivo en su segunda gestión presidencial.
Ernesto Rebollo es un capitalino que da fe de la transformación que experimenta el corazón del país. Sentado frente a la entrada principal del Mercado Hula Hula, relató que desde corta edad transitó por varias calles y avenidas de esa zona, que en el pasado estuvieron plagadas de desorden e inseguridad, pero ahora se percibe un clima de paz y seguridad.
«Yo soy de esta área, yo soy criado en estas calles. Cuando fui niño, en parte de mi adolescencia y juventud vendí aquí. También tuvimos negocios en el mercado Central, mercado Sagrado [Corazón de Jesús], y estoy de acuerdo con que hayan quitado todas las ventas [informales], que hayan limpiado las calles. Ese era un sueño que yo tenía, ver así a San Salvador. Lo más bonito es que hay una buena seguridad aquí y en todo el país», expresó Rebollo.
Destacó que la construcción del mercado Hula Hula ha sido clave para reubicar a los vendedores informales, que en el pasado abarrotaron las calles capitalinas, y consideró que podrían mejorarse los cánones de arrendamiento para optimar el uso de los espacios de venta en ese moderno mercado.

Rosario Girón, quien reside en el distrito de Ciudad Delgado, también llegó para disfrutar del remozado Centro Histórico de San Salvador y de las atracciones de temporada (La Casa de Lula, la Casa de Santa, la Estación del Tren, la pista de patinaje y la música en vivo) que han sido implementadas por las autoridades como parte de las festividades de Navidad y fin de año.
«Antes ni se podía caminar libre por la gran cantidad de ventas en las calles. Las personas tenían que caminar en plena vía porque las aceras estaban llenas de puestos de ventas. Lastimosamente, muchas murieron o fueron atropelladas por carros o autobuses del transporte colectivo», recordó mientras tomaba un descanso luego de hacer varias compras en comercios cercanos.
En las inmediaciones de la Casa de Santa, instalada en el parque Libertad, Miguel Ángel Ruiz rememoró que toda esa zona fue insegura a causa del accionar de las pandillas; sin embargo, ahora todo el entorno es seguro y la población puede transitar libremente, incluso hasta altas horas de la noche y en la madrugada.
«El Centro Histórico ha cambiado bastante y para mejor. Antes era peligroso, uno tenía que andar con precaución y no podía comprar tranquilo porque, si se descuidaba, le robaban el dinero o el teléfono, pero ahora está 100 % mejor», declaró Ruiz mientras esperaba a un familiar para recorrer las iluminadas calles del centro capitalino con luces y decoraciones con motivo de la temporada festiva.

Aparte de la Casa de Santa, otra de las atracciones más concurridas por turistas nacionales e internacionales es el gigantesco árbol de Navidad instalado en la Plaza Cívica, frente a la Biblioteca Nacional de El Salvador (Binaes), y a un costado de la pista de patinaje, donde cientos de personas se dan cita para disfrutar de un momento de sano esparcimiento.
La seguridad está garantizada, pues agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), así como elementos de la Fuerza Armada, están desplegados en diversos puntos y llevan a cabo patrullajes para la tranquilidad de los visitantes.