En la tercera emisión de «Si el dinero hablara», un programa de la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF) en conjunto con «Diario El Salvador» que busca compartir historias alcanzables de éxito financiero, se entrevistó a Cecilia Cruz, fundadora de la empresa Santo Coraje.
La historia de esta empresa hace honor a su nombre, pues su desarrollo requirió de coraje para tomar riesgos y confiar en la calidad de su producto.
Tras estudiar en Alemania una maestría en ciencias de la cervecería y «desarrollar un amor» por dicha bebida, Cruz regresó a El Salvador y decidió comenzar su propia compañía en 2015.
«Tuve miedo de regresar a El Salvador. Viví siete años en Alemania, y mucha gente tenía comentarios negativos sobre mi regreso, pero al final tomé coraje y decidí regresar para poner mi propia cervecería», narró.
Según la emprendedora, su travesía en el mundo de los negocios fue todo un reto, pues aunque tuvo el apoyo económico de su familia para iniciar el proyecto, no contaba con el conocimiento de finanzas necesario para administrar la empresa.
«Cuando yo regresé, mi carrera era muy científica y no tenía mucha educación financiera, sobre qué es un balance, qué es un crédito fiscal, el IVA (Impuesto al Valor Agregado), la renta, y fue de fomentar eso en mí», explicó.
Entonces, buscó instituciones educativas e inició un proceso formativo en finanzas por su cuenta; además, se dedicó a conocer todo el marco normativo del país para la comercialización de bebidas y productos alimenticios. Eso significó un paso importante en los planes de crecimiento que tenía para Santo Coraje.
«Yo empecé Santo Coraje, yo era la que hacía la cerveza, la que repartía, la que hacía todo. Poco a poco, tomando las decisiones financieras correctas, fuimos creciendo; ahora somos 15 colaboradores, y sí se fue notando el crecimiento», indicó.
Luego, a raíz del fortalecimiento de su emprendimiento y bajo la visión de expandir sus negocios, optó por adquirir un crédito en la banca y fundó un restaurante llamado La Osadía.
«En mi caso, el crédito a largo plazo fue la mejor opción, porque estuvimos esperando construir el restaurante y no quería el extrafinanciamiento o créditos rotativos. Es necesario asesorarse bien para ver el que más pega con tu modelo y línea de negocio», agregó la empresaria.
Ahora, Cecilia sueña con tener una planta cervecera más grande e incrementar los estilos de cerveza que producen -que ya son 14-, pues en sus proyecciones el siguiente paso es la exportación del producto hacia la región.