Un conductor prevenido vale por dos. Por eso, es importante para todo buen conductor y amante de los vehículos el conocer todo acerca de la cultura preventiva en el mundo automotriz, un aspecto que ayuda a que los usuarios puedan cuidar de mejor manera sus automóviles y, con ello, evitar accidentes de tránsito, por lo que la cultura preventiva es también sinónimo de salvar vidas.
Sobre esto conversamos con Fernando Echeverría, gerente de almacén de Super Repuestos, quien señaló lo importante que es tener la «responsabilidad civil» de mantener en buen estado nuestro vehículo. «Así como nos damos “buenos días” en familia, hay que darle los “buenos días” al vehículo. Hay que verificar llantas, sistema del motor, ver los líquidos, especialmente el de frenos», aseguró.
«El líquido de frenos debe cambiarse, por lo menos, una vez al año. Nuestro país es un país muy húmedo y la solución de frenos es un líquido higroscópico, absorbe la humedad. Si los frenos llevan más agua que solución, podemos tener un buen susto o hasta conllevar a un accidente. La cultura preventiva no solo es para viajes largos, sino para el día a día», señaló.
«Debemos tener agendado un control de nuestro mantenimiento. Un mantenimiento preventivo es mucho más económico que un mantenimiento correctivo. Los técnicos automotrices de confianza también pueden ayudar a mantener ese control. Además, siempre es bueno mantener un ahorro en nuestro presupuesto para estar listos ante cualquier eventualidad», añadió.
Para Echeverría, todo conductor debe mantener un «listado de mantenimiento», en el cual destaquen aspectos claves como los frenos o el motor, elementos vitales para evitar tragedias al volante. «Revisar los frenos implica desde una limpieza hasta una lubricación del sistema de frenos. En esto se requiere una inspección del técnico automotriz. Las mangueras de agua, que son parte del sistema de enfriamiento, también es importante revisarlas», añadió.
«Cada carro recomienda en su manual, que es algo que no acostumbramos a ver, una lista de revisiones que deben hacerse según el kilometraje o cada cierto tiempo. El aceite también es clave para revisarse. Cuando se cumpla el período de seis meses, el aceite ya estará degradado. Cambiar el aceite no es cuestión de kilometrajes, sino de tiempos. Tampoco depende del uso del vehículo. Debemos acostumbrarnos a cada seis meses cambiar el aceite», remarcó.