Juan Salomón Miguel es un todo un referente de la cocina en El Salvador. Sin embargo, más allá de las recetas y los sabores, «Juansa» tiene un condimento muy especial en su vida: una pasión por el mundo automotriz, la cual comparte desde pequeño y que se vio muy influenciada por su padre, quien también le enseñó la importancia de darle un mantenimiento adecuado al vehículo.
«Desde pequeño me encanta los vehículos. Tenía un año y hay una foto que me tomaron en aquel entonces, cuando mi papá tenía un Opel, en la que ya salgo frente al timón. Mi papá siempre fue amante de los vehículos y toda la vida me encantaron a mí también. Cuando crecí, mi papá me fue acercando más a los automóviles y fue él quien me enseñó a conducir», dijo.
Juansa destacó que la influencia de su padre no solo fue en el amor a los vehículos y en el conducir, sino también en el conocer cada detalle del funcionamiento del motor y los sistemas del automóvil, lo que derivó en una cultura preventiva de mantenimiento en él, algo que ha sostenido hasta la fecha.
«Él me dio responsabilidades. No me daba un vehículo para pasear, sino que me los daba para llevarlos con los técnicos automotrices para sus revisiones. En otras ocasiones, los técnicos llegaban a casa a revisar los vehículos. Así fue cuando me fui interesando por la mecánica y por conocer más los automóviles. Eso fue importante para crear una cultura preventiva en mí», remarcó el experto en cocina.
«La parte de la cocina vino porque me involucraba en la casa. Pero, mi papá me daba el vehículo para ir por las compras del hogar. Prácticamente, la pasión por la cocina también fue un resultado por la pasión de los vehículos que ya existía en mi casa. La cultura preventiva también va en ese camino. Los padres de familia pueden inculcar en sus hijos el cuidado del vehículo y el mantenimiento adecuado, formando así adultos responsables al volante», señaló también.