Agentes de la Policía de Costa Rica irrumpieron en el Hospital San Vicente de Paúl, en Heredia, el miércoles luego de que supuestos opositores a la vacuna contra la COVID-19 agredieron a oficiales de seguridad, pacientes y personal médico, con la intención de sacar a la fuerza a un niño de seis años que no había sido inmunizado.
El director general de la Fuerza Pública de Costa Rica, Daniel Calderón, informó la detención la madrugada de ayer de Marco Albertazzi, uno de los líderes que provocaron el movimiento antivacunas en el centro hospitalario. Otras seis personas fueron remitidas a la Fiscalía por el delito de resistencia a la autoridad.
«Hemos coordinado con la Dirección del Hospital de Heredia para que se constituyan como parte en el proceso contra las seis personas detenidas por la fuerza pública, que están a la orden de la Fiscalía», publicó Calderón.
Por su parte, la directora del hospital, Priscilla Balmaceda, informó que el centro de salud se «vio afectado por un grupo de personas antivacunas que ingresaron de forma violenta, agredieron a oficiales, pacientes y funcionarios y pusieron en riesgo a todos los que estaban dentro».
Según Balmaceda, el grupo, conformado por unas 30 personas, buscaba egresar a un niño que había sido internado días atrás por una patología respiratoria por la cual se había recomendado su vacunación, pese a la oposición de sus padres.
Además, el niño requirió de intervención de Trabajo Social. «Se recibió al padre del niño, a un asesor legal y a la diputada Shirley Díaz, y respetuosamente conversamos y le explicamos que se debía esperar a que Trabajo Social indicase que había condición de egreso (…). Minutos después, el hospital se vio afectado por el grupo antivacunas», explicó la directora.
Balmaceda señaló que el grupo buscaba llegar al cuarto piso, donde está el menor, y a la oficina de la trabajadora social.