Una estructura de 21 pandilleros de la clica Altos Crazy Locos Salvatruchos, entre los que hay dos cabecillas con rangos de «corredores», fueron condenados a penas de hasta 236 y 218 años de prisión.
Se trata de una organización criminal con lujo de barbarie asesinó a Ruth Nohemy A.S., y a su hijo de seis meses lo agredieron y dejaron sobre su cadáver en la casa que rentaba en Altos de Santa María, de Villa Mariona, en Ciudad Delgado, el 9 de noviembre de 2020.
La condena mayor fue para Luis Alonso Zelada Ramírez, alias «Silent», corredor de la clica que ha participado en múltiples crímenes, según probó la Fiscalía General de la República al Tribunal Quinto contra el Crimen Organizado de San Salvador.
A Jonathan Barrera Ruano, alias «Sangriento», quien es el principal cabecilla de esa organización terrorista recibió 218 años de prisión por los delitos de homicidio agravado, homicidio en grado de tentativa, tráfico ilícito, extorsión agravada, agrupaciones ilícitas, así como actos preparatorios, proposición, conspiración y asociaciones delictivas, proposición y conspiración en el delito de homicidio agravado.
En las pesquisas se determinó que Ruth Nohemy preguntó a miembros de esa clica, qué habían hecho a su pareja, José Alexander Pérez García, alias «Lobo», quien también era miembro de esa pandilla.
Ella supo que los mismos compañeros de pandilla lo habían asesinado y divulgó entre la gente lo ocurrido, cuando los mareros enteraron que los andaba evidenciando decidieron asesinarla para silenciarla.
Tras planificar el crimen irrumpieron la casa de la víctima, la orden de «Sangriento» era asesinarla junto a su hijo de seis meses, pero al final, los pandilleros se fueron del lugar y al bebé solo lo golpearon y permaneció tres horas encima del cadáver de su madre, hasta que vecinos reportaron el hecho.
Por no haber hecho lo que le ordenaron, la clica asesinó a Efraín Bolaños, alias «Twister» ya que lo tomaron como una traición a la pandilla.
14 días después del homicidio de Ruth Nohemy, encontraron el cadáver de su compañero de vida en una fosa clandestina.
La estructura estuvo delinquiendo en Altos de Santa María, Altos de Santa Marta y Altos de Santa Laura, El Laurel y colonia Divino Salvador, que están ubicadas a las orillas de la calle a Mariona, así como otras colonias de Ayutuxtepeque y Mejicanos, tres municipios que se habían convertido en un triángulo delictivo para la clica.