Las vacunas para la COVID-19 son instrumentos fundamentales para ayudar a controlar la pandemia si se combinan con las medidas de prevención existentes.
Hasta el 14 de julio, en El Salvador, se han vacunado a 2,118,271 personas con la primera dosis, y a 1,303,943 con la segunda; sin embargo, el ministro de Salud, Francisco Alabi, indicó que las personas mayores de 50 años no han asistido en su totalidad a recibir la dosis.
«Los de 50 años para arriba es un grupo etario que no ha asistido en su totalidad a la vacunación. La verdad es que la mayoría de las personas que no reciben una dosis (contra el coronavirus) no es porque no tengan un cupo, es porque no han tenido la convicción de asistir a los puntos de vacunación», dijo el ministro.
Si bien el Gobierno está realizando todas las estrategias necesarias para realizar una inmunización de rebaño (vacunar a toda la población), ¿qué pasará si los adultos mayores no se vacunan?
La doctora Georgina Durán explicó que es de mucha importancia vacunarse, ya que, si bien es cierto, la vacuna no previene el contagio, pero está demostrado científicamente que disminuye los síntomas severos de la enfermedad.
«He tenido la oportunidad de ver diabéticos e hipertensos o con una enfermedad pulmonar obstructiva crónica con síntomas de COVID, que se le ha diagnosticado por medio de una prueba, y son pacientes que gracias a Dios han salido adelante porque ya tienen sus dos dosis completas de vacuna», dijo.
Agregó que las personas están confundiendo los efectos secundarios de la vacuna, que son similares a otras vacunas, y que se pueden controlar. Además, dijo que la mayor excusa que las personas presentan es porque «sus hijos no los dejan, por ser hipertenso, por padecer de bronquitis, de diabetes, y piensan que les puede hacer daño y no es así, porque las contraindicaciones son mínimas», explicó.
«Los pacientes comorbilidad de base son los primeros que se deben de vacunar, con más razón deben de hacerlo», dijo la doctora.
¿Cuáles serían las principales consecuencias de no vacunarse?
La galena agregó que, al no aplicarse las vacunas, las personas están propensas a un contagio más rápido, a que su sistema inmune no esté preparado. Además, en el caso de adquirir la enfermedad, hay más probabilidades de que el paciente llegue a presentar síntomas severos.
Durán dijo que, si es un paciente con una comorbilidad o con un sistema inmunológico deprimido como, por ejemplo, los diabéticos, pueden llegar incluso a hacer una neumonía severa por COVID-19 e ingresarse a una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Pero, lo más preocupante de todo, es que las personas que no se hayan vacunado y adquieran el virus, puedan contagiar a alguien más y pueda ponerse gravemente y morir.
¿Cuáles serían las recomendaciones al momento que un salvadoreño tenga una reacción a la vacuna?
Al presentarse algún efecto secundario de la vacuna, como fiebres severas, síntomas gastrointestinales, vómito y reacciones alérgicas, entre otros, lo ideal es acudir a un médico para poder tratarlos.
Si los síntomas son las fiebres leves o dolores de cabeza, explicó Durán, estos se pueden tratar con analgésicos como acetaminofén y paracetamol.
Por otra parte, la doctora hizo un llamado a los salvadoreños a vacunarse, ya que eso evitará que su familia, amigos y, sobre todo, la persona misma llegue a una UCI en cualquier hospital del país.