En el sermón de la montaña, la prédica más larga de Jesús contenida en los evangelios y que constituye un importante núcleo de la fe cristiana, se destaca la frase «por sus obras los conocerán», en referencia a que una persona puede ser comprendida completamente más por lo que hace que por lo que dice. Aplicando eso a la realidad nacional, específicamente al tema del combate contra el crimen organizado, la delincuencia y las pandillas, nos damos cuenta de lo vacíos que fueron durante décadas los discursos de ARENA y del FMLN, que decían que estaban del lado del ciudadano, pero que, en realidad, protegían sus pactos y negociaciones con las pandillas.
De manera paralela al Plan Control Territorial, el Gobierno del presidente Nayib Bukele ha impulsado la prevención de la violencia y la educación para impedir que los jóvenes sean atrapados por los grupos criminales. De ninguna manera las pandillas cumplen una «función social» o «son necesarias» en la sociedad, porque se trata de grupos violentos al margen de la ley que viven de los robos, las extorsiones, el narcotráfico y otros delitos, siembran el terror con asesinatos macabros y producen migraciones forzadas de ciudadanos honrados.
Las retorcidas explicaciones de un seudointelectual que se presenta como experto en pandillas no son más que los esfuerzos desvergonzados por defender a sus aliados. Lo más preocupante del caso es que esta apología del delito sea retomada por voceros de la oposición que ven de lo más natural que haya delincuentes que les roban la tranquilidad y la vida a los ciudadanos porque son «los tiburones» y «gavilanes» del «ecosistema social», un concepto tan aberrante que solo intenta legitimar la violencia y el crimen.
En 18 días del régimen de excepción, que no ha consistido en más que entregar mejores herramientas legales a las autoridades de Seguridad, han sido detenidos más de 10,500 pandilleros, quienes serán procesados en un tribunal especializado para determinar los delitos que han cometido.
¿Quién en su sano juicio está en contra de sacar a criminales de las comunidades, los barrios, las colonias, los cantones y los caseríos y llevarlos ante la justicia? Los casos en los que hubo errores en las capturas se están subsanando y se libera a personas inocentes, porque el objetivo no es meter a todo mundo a la cárcel, sino solo a aquellos que son un peligro para la sociedad.
Por sus obras los conocerán… Sí, se conocerá a aquellos que defienden a los ciudadanos honrados y a los que, por el contrario, tienen compromisos con criminales y los defienden de las maneras más absurdas y abyectas.