Fueron 41 años de una espera que parecía interminable. Incluso hubo quienes pudieron llegar hasta a pensar que sobre el equipo había caído una sal fulminante. Pero no por dicha de la hinchada amarilla y negra, esa que es de buenas y no tan buenas. El reloj que contaba el tiempo de la permanencia de Platense en primera división se detuvo este domingo, con el triunfo de 2-1 ante Destroyer en la finalísima de segunda categoría. Así, Zacatecoluca rompió en llanto de felicidad porque volvía a ver a su equipo en el sector de privilegio.
Pero ahora, en las filas de los gallos debe haber un nuevo amanecer, para cantar claro y perenne, para buscar que el plantel se afiance en la primera división. Ahora es cuando la dirigencia de los viroleños debe traer a la mesa todo el sudor de cuatro décadas de trabajo. Lo de Platense no termina con el ascenso; al contrario, empieza otro camino que puede llegar a ser inhóspito si se cae en un acomodo.
Ahora es el momento de hacer equipo en Zacatecoluca, por un fin común, que es mantener la plaza en primera. Hablábamos hace un par de días con el exjugador de los gallos y ahora empresario de ropa deportiva, Rafael Padilla, sobre la idea de que ese plantel bien podría generar su club de socios. Debe ser pronto, para evitar que aparezca la figura de un quijote, que luego deba irse, por cualquier razón, y deje sumergido en líos al equipo.
Aparte de eso, debe haber en la dirigencia de Platense experta en administración deportiva. Sí, claro que es hasta saludable que en los equipos también haya gente que conozca de pe a pa la legislación deportiva nacional.
Esos están acordes para que se vayan a la Fesfut cada lunes a la reunión de la primera división, para hacer la labor ardua del representante. Pero es más urgente el personal que sepa de números, de contabilidad, para que las cuentas estén al día.
Para evitar yerros del pasado, Platense debe abrir su bitácora e ir en retrospectiva. Ya tuvo sus quijotes a mediados de la década de los setenta, con la familia Rengifo. Pero ese experimento salió bien por unos días. Luego vinieron los momentos críticos y el equipo se las vio a palitos para encarar sus compromisos. Quedó sin músculo financiero y se tuvo que ir en picada a segunda división por 41 años.
Luego, viene el tema de la planilla para la vuelta a primera. Ojalá que la directiva de los gallos no repita historia de ascensos anteriores, en los que el benjamín (mote que le recae al equipo ascendido) se fue de bolsa y solo apresuró su regreso a segunda o la desafiliación y, en el peor de los casos, la desaparición del sistema del balompié nacional. Permítaseme, por favor, citar casos concretos en ese sentido. Nejapa, Balboa, Marte (se fue dos veces al hilo a la segunda división en 2015 y 2016), UES, Dragón y hasta Luis Ángel Firpo, que fue el mejor equipo en la década de los noventa, auspiciado por la familia Torres, administradora de un otrora supermercado.
Ahora solo quiero animar a la dirigencia de Platense para que no repita yerros que luego tenga que pagar a intereses altos. Estoy convencido de que en la hinchada de Zacate hay alto grado de ansiedad porque Alianza, Águila y FAS pongan un pie de nuevo en la grama del estadio Panorámico, ese que fue un fortín para los gallos en la década de los setenta.