Rusia y China están «preocupados» por la creciente presencia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Asia, dijeron los presidentes de ambos países en una declaración común firmada ayer tras un encuentro en el Kremlin entre Vladimir Putin y Xi Jinping.
«Las (dos) partes están muy preocupadas por el creciente refuerzo de los vínculos entre la OTAN y los países de la región Asia-Pacífico en relación a cuestiones militares y de seguridad», indicaron Putin y Xi, acusando a la Alianza Atlántica de «socavar la paz y la estabilidad regional».
Moscú y Pekín «están en contra de la formación de bloques cerrados exclusivos en la región de Asia-Pacífico», subrayaron, denunciando «la influencia negativa de la estrategia de Estados Unidos guiado por una mentalidad de la Guerra Fría (…) sobre la paz y la estabilidad en esta región».
Rusia y China también mostraron su «fuerte preocupación» ante las eventuales «consecuencias y riesgos para la estabilidad estratégica en la región de Asia-Pacífico» por los proyectos de alianza entre Estados Unidos, Australia y Reino Unido (AUKUS) para dotar de submarinos de propulsión nuclear a Australia.
Moscú y Pekín «llaman firmemente a los miembros de esa asociación a cumplir estrictamente sus compromisos sobre la no proliferación (…) y a apoyar la paz regional», declararon.
Además, Rusia y China acusaron a Estados Unidos de «socavar» la seguridad mundial, ya que incrementaron las actividades para crear un sistema global de defensas antimisiles. Los mandatarios alertaron sobre el peligro y amenzara que representa estos cambios.
PROCLAMAN NUEVA ERA
Ambas nacionales proclamaron que en su encuentro abrieron una «nueva era» en sus relaciones y destacaron su identidad de posturas frente a las potencias occidentales. «Hemos firmado una declaración que refuerza nuestra asociación estratégica y nuestras relaciones que entran en una nueva era», declaró el presidente chino, Xi Jinping.