El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, recibió el viernes a un pequeño grupo de indígenas en la sede de gobierno en intentos para desactivar las protestas que hace cinco días bloquean accesos a Quito, en reclamo de una reducción del precio del combustible.
Humaredas negras por neumáticos incendiados por manifestantes se elevaban sobre la «Ruta Viva», una de las vías que conecta al aeropuerto internacional de Quito, que mantiene abiertas sus operaciones.
Lasso, un exbanquero de derecha que asumió hace un año, recibió a un centenar de indígenas de la provincia de Cotopaxi (sur) residentes en la capital.
«Sin diálogo no hay camino. Cuente con total respaldo desde las organizaciones que queremos el cambio constructivo», dijo a la prensa Orlando Tipán, titular de la organización Unoric, luego del encuentro con el mandatario en el Palacio de Carondelet.
«No queremos derramamiento de sangre, más vandalismo, más violencia. Ecuador es un país de paz», manifestó el secretario de la misma agrupación, César Pérez, tras choques entre manifestantes y policías en los últimos días.
La máxima organización indígena, la Conaie, asegura que protestará hasta que el gobierno cumpla con una lista de 10 reclamos, entre los que figuran la regulación del precio de productos agrícolas y la renegociación de deudas de cuatro millones de familias con la banca.
El mandatario también se reunió con alcaldes y prefectos (gobernadores) provinciales para analizar la situación.
«No hay ningún diálogo»
La Conaie, que participó en revueltas que derrocaron a tres mandatarios entre 1997 y 2005, expresó el viernes a través de su titular, Leonidas Iza, que por su lado «no hay ningún diálogo» con el Ejecutivo.
En 2019 también encabezó violentas protestas antigobierno, que dejaron 11 muertos y más de 1,000 heridos.}
Los cultivadores y exportadores de flores, entre los principales productos de venta del país, denunciaron en Twitter que a raíz del corte de rutas «la producción se está perdiendo, las flores se PUDREN».
El ministerio de Producción estima que las protestas han dejado ya pérdidas por 50 millones de dólares.
El principal reclamo de los manifestantes es la rebaja de los combustibles: entre mayo de 2020 y octubre de 2021, el diésel subió 90% (a 1,90 dólares el galón) y la gasolina corriente en 46% (a 2,55).
El gobierno se niega a aceptar su reclamo de reducirlos a 1,50 y 2,10 dólares, respectivamente.
Lasso hizo el viernes un nuevo llamado al diálogo, para el que se han ofrecido mediar la iglesia, la ONU y universidades.
«Esa es la manera que, dentro del Estado de Derecho, del respeto a la ley, a la Constitución se puede resolver los problemas que se han acumulado a lo largo de décadas en el Ecuador», manifestó el gobernante al recibir a la Unoric.
Añadió que «lo que hay que hacer es dialogar (…) pero no puede ser que la violencia sea el camino para llegar a la resolución de los problemas».