El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, pidió firmeza a Estados Unidos para desalentar la migración indocumentada, responsabilizando al gobierno de Joe Biden de la creciente afluencia de migrantes a territorio estadounidense.
Giammattei hizo estos comentarios a la cadena Fox News después de reunirse esta semana con la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris, quien visitó Guatemala y México en su primer viaje al extranjero, tras ser encomendada por Biden para abordar las causas de la inmigración irregular a través de la frontera de Estados Unidos con México.
La visita de Harris se enmarcó en la promesa de la administración Biden de una política migratoria más humana, en contraste con el enfoque de tolerancia cero adoptado por su predecesor Donald Trump.
Biden ha permitido que los menores no acompañados se queden en Estados Unidos con familiares que ya se encuentran en el país, al tiempo que insta a los inmigrantes indocumentados a no venir.
Pero el mandatario guatemalteco dijo en la entrevista con Fox News difundida el miércoles por la noche que los «mensajes de buena fe» de la administración Biden fueron malinterpretados por los traficantes de personas.
«Mensajes humanitarios fueron utilizados aquí por los coyotes de una manera totalmente tergiversada, porque dijeron ‘allá vamos a propiciar la reunificación familiar», dijo Giammattei.
«Y pasaron los coyotes llevándose a los niños y adolescentes para los Estados Unidos y se llenaron las fronteras, no sólo con gente de Guatemala, un montón. Por eso es que le hemos propuesto que los mensajes sean claros», agregó.
Giammattei saludó que Harris haya sido terminante con quienes quieren emprender el viaje hacia la frontera entre Estados Unidos y México.
«Les dijo: no se vayan porque no los vamos a dejar entrar. Ese es un mensaje claro. Pero un mensaje tibio lo único que genera es la posibilidad de que haya malinterpretación», afirmó.
Harris recibió el miércoles críticas de los republicanos, que la acusaron de no tomarse la «crisis migratoria» lo suficientemente en serio, pero también de los demócratas más radicales, frustrados por la política fronteriza.
El número de detenciones de indocumentados en la frontera sur estadounidense, incluidos menores no acompañados, batió un récord de 15 años en abril.
De los más de 178.600 personas interceptadas, el 82% provenía de México y del Triángulo del Norte centroamericano que conforman Guatemala, Honduras y El Salvador.