La búsqueda de los asesinos del presidente haitiano Jovenel Moise se aceleró ayer, con la Policía desarrollando operaciones en Puerto Príncipe, la capital de un país al borde del caos.
Tiendas, bancos, puestos de gasolina y pequeños comercios cerraron sus puertas en una ciudad en tensión, a la que se suma una controversia sobre la transición del poder.
La Policía dijo haber matado a cuatro «mercenarios» que supuestamente integraron el comando que acribilló a balazos en su casa a Moise en la madrugada del miércoles. Además, fueron arrestados otros seis sospechosos, entre los cuales se confirmó que había un estadounidense. El presidente recibió 12 disparos en el pecho, cara, estómago y rostro, informó la Policía.
La primera dama recibe atención hospitalaria en Miami, Estados Unidos. El jefe de la policía nacional, León Charles, pidió calma y se mostró muy vago sobre las operaciones en curso.
«Ya tenemos a los autores físicos y estamos buscando a los autores intelectuales» del magnicidio, afirmó.
Varios «posibles autores» del crimen «se han refugiado en dos edificios» de Puerto Príncipe y «están rodeados por la policía», dijo de su lado a periodistas de Nueva York la enviada de la ONU para Haití, Helen La Lime.
Hace unos meses, Moise ya había denunciado que se tramaba un operativo en su contra con la finalidad de sacarlo del poder.