Cuatro militares murieron y nueve resultaron heridos en una comunidad de Aguililla, Michoacán, México, tras pisar una trampa explosiva escondida entre la maleza.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lamentó el crimen ocurrido este jueves en «Tierra Caliente, Aguililla». El mandatario explicó que el equipo se movilizó en búsqueda de un campamento criminal y parte del trayecto se transportó en vehículo, pero para llegar hasta el objetivo tuvieron que caminar.
Al regreso, el grupo decidió tomar otra vía. «En la maleza había una trampa, un explosivo y venían juntos. Por esa explosión allí mismo falleció un militar y heridos, los atendieron, pero no pudieron salvarlos», compartió este viernes en su conferencia matutina.
«Es lo que tiene que enfrentar el Ejército, la Marina, la Guardia Nacional, las Fuerzas Armadas», señaló.
López Obrador ejecuta una política que -según él- privilegia atender las causas de la violencia, como la pobreza, antes que la letalidad, bajo el lema «abrazos, no balazos».
La confirmación del ataque llega el mismo día en que México da inicio a la contienda presidencial con dos mujeres a la cabeza de las preferencias: la oficialista de izquierda Claudia Sheinbaum y la opositora de centroderecha Xóchitl Gálvez, que ha convertido el tema de la seguridad en uno de los ejes de su campaña.
Fuentes militares consultadas por un colaborador de la AFP en Michoacán aseguraron que en la emboscada fueron usadas minas antipersona y drones con explosivos.
La zona donde ocurrió el atentado es escenario de una disputa entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y otra organización conocida como «El Abuelo», que enfrenta a su enemigo en alianza con la banda de «Los Caballeros Templarios», señalaron autoridades castrenses.