Una estructura de 37 miembros de la Mara Salvatrucha que delinquía en el municipio de Nueva Concepción, Chalatenango, es procesada por una serie de delitos de crimen organizado en el Juzgado Especializado de Instrucción A1 de San Salvador.
La clica fue desarticulada por la Fiscalía y Policía, el 15 de octubre del año 2021 en operativos realizados en los departamentos de Chalatenango y Santa Ana.
En las pesquisas desarrolladas por varias unidades de la Fiscalía General de la República se determinó que los mareros habían cometido 27 casos de extorsión a empresarios y comerciantes de la zona norte del país.
También se verificó que la estructura conspiro para asesinar a siete personas, pero que gracias a la intervención temprana de las autoridades se evitó que consumaran los homicidios.
En el expediente también se conoce dos falsos testimonios y simulación de delitos, cuatro casos de contrabando de mercadería, 12 proposiciones y conspiraciones de delitos de droga y cuatro casos de tráfico ilícito.
Para enfrentar la audiencia, 29 pandilleros fueron trasladados desde los penales de Izalco, en Sonsonate y Apanteos, Santa Ana. Otro ocho imputados, entre los que está un pastor evangélico quien supuestamente colaboraba con la MS escondiéndoles ilícitos, están con medidas.
Entre todos los imputados hay cinco cabecillas de la Mara Salvatrucha que estuvieron delinquiendo en Chalatenango y Santa Ana. La Fiscalía incluye además a Mauricio Antonio Arévalo Magaña, señalado de ser proveedor de la pandilla y un supuesto reconocido contrabandista de mercadería.
Otros procesados son, el nicaragüense José Faustino Urbina, quien supuestamente proporcionaba medios de transporte a la pandilla y la logística en la zona norte, Héctor Wilmar Palma Guevara, colaborador de la MS a quien el día de la captura le decomisaron $4,000 y Kenia Raquel Peña Recinos, esposa de uno de los cabecillas.