La Fiscalía General de la República (FGR) y la Policía Nacional Civil (PNC) han llevado a cabo una exhaustiva investigación sobre la desaparición de Flor García, ocurrida hace tres meses.
Pruebas científicas han determinado la participación del esposo de Flor, Joel Omar Valle Leiva, un odontólogo de profesión, en su desaparición.
El caso de Flor, que sigue desaparecida, causó conmoción y movilizó a sus familiares a pedir ayuda en la búsqueda, teniendo al cónyuge insistiendo en la «voluntariedad» de la desaparición de Flor.
Sin embargo, algunos malintencionados vieron en la desgracia ajena la oportunidad de hacer política en contra del Gobierno, culpando a las pandillas del crimen y asegurando, sin prueba alguna, que el Plan Control Territorial no era efectivo, puesto que las maras cometen cualquier delito en la impunidad.
Lo cierto es que desde que hubo denuncia empezó la investigación, lo que ha llevado a la captura de dos involucrados —el esposo de la víctima y un cómplice— gracias al respaldo de pruebas científicas, además de técnicas especiales de vigilancia y seguimiento, análisis criminal y otros procedimientos.
El fiscal general explicó que no se han dado detalles por la naturaleza delicada del proceso, que llevó tres meses para reunir las pruebas.
Los delitos se han reducido debido a la puesta en marcha del Plan Control Territorial, ejecutado en conjunto por la PNC y la Fuerza Armada. Es precisamente ese éxito el que molesta no solo a los criminales, sino también a aquellos que quieren sacar beneficio del antiguo caos promovido por la alianza entre ARENA y el FMLN. Los viejos partidos no estaban interesados en combatir la criminalidad, sino que eran sus defensores, como lo prueba la entrega de $600,000 que hicieron ARENA y el FMLN a las pandillas para garantizar sus votos en las elecciones.
El pueblo salvadoreño debe estar seguro de que el Gobierno del presidente Nayib Bukele trabaja para llevar tranquilidad, seguridad y desarrollo.
La tarea no es sencilla, sobre todo porque enfrenta décadas de corrupción y connivencia con los delincuentes de parte de exfuncionarios inescrupulosos y políticos decadentes. Sin embargo, ahora existe un verdadero compromiso con cada salvadoreño para mejorar el país.