A diferencia del famoso concierto de Año Nuevo y otros espectáculos en Viena, los espectadores de un nuevo ciclo de conciertos especialmente adaptados para personas con demencia sí tienen derecho a levantarse, pasear y hablar.
«La gente puede dejarse llevar, bailar, cantar, lo que permite sentir la música mucho más intensamente», dice a la AFP Andreas Trubel, un exinformático de 67 años, tras escuchar su tercer concierto del ciclo, llamado «Souvenir».
Esta serie de seis conciertos, que empezó en octubre, está especialmente pensada para personas con demencia y es única en Austria, según el Musikverein de Viena, que alberga varias salas de conciertos.
Junto con docenas de personas, Trubel escuchó esta semana obras clásicas de Schubert, Schumann y Brahms, así como villancicos navideños interpretados por un trío polaco.
Trubel, que padece trastornos neurocognitivos y participa activamente en una red de autoayuda, dijo que le gustó «el estilo relajado», la proximidad a los músicos y el hecho de que el concierto solo durara una hora.
El ciclo «Souvenir» aspira a que las personas con o sin demencia «se sientan bienvenidas», dice el director del Musikverein, Stephan Pauly. Por eso hay espacio entre las hileras para facilitar el movimiento, incluso con sillas de ruedas, y no existe un protocolo formal.
«Todo está permitido, todas las reacciones están permitidas y son bienvenidas», apunta Pauly a la AFP.
El ciclo es un «gran éxito» y representa una «fracción muy hermosa y muy importante» de los 800 conciertos anuales en el Musikverein, agrega. Para la próxima temporada hay previstos más espectáculos de este tipo.