Con 76 votos de todas las fracciones legislativas y diputados sin grupo parlamentario, excepto los del FMLN, la Asamblea Legislativa aprobó la Ley Crecer Juntos para la Primera Infancia, Niñez y Adolescencia.
El nuevo cuerpo legal, compuesto por 308 artículos, establece que el Estado, en su conjunto, respaldará el fortalecimiento de las competencias de los padres de familia como medio para asegurar una nueva ciudadanía social que contribuya al desarrollo sustentable. Además, la nueva ley sustituye a otras, como la Lepina, que habían probado ser insuficientes e ineficaces para garantizar el desarrollo integral de niños y adolescentes, como lo prueba la expansión sin control de las pandillas en los gobiernos de ARENA-FMLN, primero como una expresión de exclusión de los más jóvenes y luego convertidas en organizaciones criminales.
La nueva ley es fruto de una amplia consulta desarrollada en el interior de la Asamblea Legislativa, en la comisión de la familia. Así, hubo aportes de instituciones públicas y privadas, de ONG y de organismos de cooperación. También hubo recomendaciones del equipo técnico de la Convención de los Derechos del Niño e informes de agencias de Naciones Unidas para superar las deficiencias que caracterizaban a la Lepina.
Además, en consonancia con la Constitución de la República, ahora hay una visión para proteger la vida desde el instante de la concepción, pero también para evitar cualquier tipo de discriminación.
El germen de la ley Crecer Juntos surgió en el despacho de la primera dama de la república, Gabriela de Bukele, desde donde se implementó la mesa técnica intersectorial de primera infancia Crecer Juntos, que aglutinó a diversas instituciones y estableció la hoja de ruta a seguir.
Con la entrada en vigor de la ley Crecer Juntos nace el Instituto Crecer Juntos, cuyo énfasis es la atención de la niñez desde su gestación hasta cumplir los cuatro años, y formará parte del sistema nacional de protección.
Sus funciones primordiales serán la articulación y provisión de los servicios de atención integral para los niños en su primera infancia, el fortalecimiento familiar para la generación de habilidades parentales y la generación de alianzas estratégicas que promuevan el desarrollo integral de niños y adolescentes. El Instituto tendrá un presupuesto adscrito al Ministerio de Educación.
Las bondades de la normativa han sido reconocidas ampliamente hasta por los más fuertes detractores del Gobierno del presidente Nayib Bukele. Solo los cuatro diputados del FMLN se negaron a dar sus votos a favor, un reflejo de la actitud que tuvieron hacia los niños y adolescentes durante sus gobiernos.