Varios puntos de la capital argentina fueron este sábado escenario de protestas contra las restricciones que lanzó el gobierno hasta fines de abril para mitigar los contagios de coronavirus, que se aceleraron en las últimas semanas y suman más de 2,6 millones de casos y unas 59.000 muertes.
Con banderas argentinas y pancartas contra el presidente Alberto Fernández, los manifestantes centraron sus reclamos en la suspensión por 15 días de las clases presenciales en las escuelas, dispuesta por decreto y que regirá a partir del lunes en la capital y su periferia, epicentro de los contagios.
«Los chicos tienen que estar en la escuela, no detrás de una computadora», se quejó a la AFP Florencia, una manifestante de 39 años, mientras que para la profesora universitaria María Luján Calcaño (62) la medida representa que a los niños «les nieguen el derecho esencial de educarlos».
«Despertate, no hay virus», decía el cartel de un manifestante. Algunos quemaron tapabocas en señal de protesta, aunque la mayoría los usó por protección mientras que casi nadie guardó distancia para evitar contagios.
Las nuevas restricciones se aplican sobre Buenos Aires y su periferia (AMBA), donde viven 15 millones de los 45 millones de habitantes del país. Allí la ocupación en las terapias intensivas llegó al 74,3% este sábado, mientras a nivel nacional se ubicó en 64,8%.
«Por eso hemos adoptado estas medidas para todo el AMBA, porque entendemos que por esa vía vamos a poder poner en sintonía el sistema de salud de la Ciudad que hoy está al borde de la saturación», dijo el presidente este sábado, entrevistado por el sitio Data Clave.
La protesta concentró varios cientos de manifestantes en torno al Obelisco, en el centro de la capital, y frente a la residencia presidencial de Olivos, en la periferia norte de Buenos Aires.
Para contener el aumento exponencial de casos el presidente ordenó que desde el viernes y hasta el 30 de abril se restrinja la circulación entre las 20H00 y las 06H00 locales y se limiten actividades recreativas y deportivas en locales cerrados en el AMBA.
La medida tuvo «un alto acatamiento», aseguró este sábado el presidente.
«La inmensa mayoría de la gente percibe la dimensión del problema. Advierte que se expone estando en lugares donde hay mucha aglomeración de personas», afirmó.
La alcaldía de Capital Federal, gobernada por la oposición de derecha, presentó un amparo judicial -pendiente de resolución- para resistir la suspensión de las clases presenciales.
«No me parece razonable judicializar decisiones de política sanitaria en medio de una pandemia», dijo al respecto Fernández.
Argentina informó este sábado 19.119 nuevos casos y 80 fallecidos, lo que elevó el balance general a 2.677.747 casos y 59.164 muertos.
Hasta este sábado han sido vacunadas más de 6,2 millones de personas, 794.878 con la segunda dosis.