El fenómeno climático Iota ha dejado de afectar totalmente a El Salvador, según señaló el ministro del Medio Ambiente, Fernando López, esta noche en conferencia de prensa. Sin embargo, López enfatizó que los riesgos de desbordamientos y deslaves aún están presentes en varias zonas del territorio de El Salvador.
«El hecho que estemos anunciando que la tormenta (Iota) ya ha terminado no significa que el riesgo ya se ha ido», señaló López. «Los suelos están saturados. La buena noticia es que el sistema (Iota) ya nos dejó de afectar, únicamente vamos a tener las lluvias típicas de la temporada», agregó.
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El funcionario también dejó en claro que desde el 15 al 19 de noviembre hubo un registro de 183.3 milímetros de caída de lluvia en Las Pilas, Chalatenango y 165 mm en los Planes de Montecristo y 140.3 mm. en finca Los Andes.
«Tenemos una reducción bastante considerable (de agua). Sí tenemos una alta probabilidad de desbordamiento por toda la lluvia que nos ha dejado el sistema (Iota)», agregó. López también señaló la cuenca del Río Grande de San Miguel como otra área aún propensa a desbordamientos.
Estratificación de alertas
William Hernández, director de Protección Civil, confirmó que los niveles de alerta en El Salvador se han estratificado según los riesgos que cada área presenta. En total, son cinco municipios los que se mantendrán en alerta naranja. Estos son: Cítala, Las Flores y San Fernando, en Chalatenango, y Masahuat y Texistepeque, en Santa Ana.
El área del municipio de Nejapa seguirá en alerta roja, mientras que el resto del territorio nacional estará en alerta amarilla. «Como Sistema Nacional todavía estamos activos, vamos a seguir dando el monitoreo correspondiente», señaló Hernández.