La maestra Ana Elizabeth Chicas de Chávez es una de las víctimas más recordadas del terremoto del 13 de febrero de 2001, en el municipio de Candelaria, Cuscatlán.
Chicas perdió la vida junto a ocho alumnos que quedaron soterrados en los escombros de la escuela Parroquial de la zona.
«Fue un martes. Estábamos dando clases cuando ocurrió el terremoto. La maestra Chicas ayudó a evacuar a 35 alumnos de la escuela, pero regresó por un grupo que todavía no había podido salir, ellos eran los de Parvularia, recibían clase en un salón parroquial estaban un poco más lejos», relató la maestra Teresa de Jesús Meléndez, de 59 años.
Lamentablemente, la maestra Chicas no logró salvar a los otros niños, «de repente todo colapsó y ellos quedaron dentro. Cuando recuperaron los cuerpos se vio que la maestra murió abrazando a unos niños», contó Meléndez.
Cada 13 de febrero de 2001, toda la comunidad estudiantil recuerda a las víctimas del terremoto, conmemorándoles en una eucaristía.
Tras el terremoto, la escuela tuvo que ser trasladada a otro sector del municipio, que veinte años después aún tiene muchas carencias.