Elementos de la dirección municipal de seguridad pública de Tulum, Quintana Roo, sureste de México, fueron detenidos y serán procesados bajo el delito de femicidio por estar involucrados en la muerte de la salvadoreña Victoria Esperanza Salazar, de 36 años.
Además, el jefe de la policía de Tulum, Nesguer Vicencio, fue destituido por el caso, informó el secretario de Seguridad Pública de Quintana Roo, Lucio Hernández.
La Fiscalía de Quintana Roo dijo que los agentes involucrados son cuatro hombres y una mujer. Detalló a tres como policías viales y a dos como municipales.
Fueron identificados públicamente como Miguel Ángel C, de 34 años y Raúl L, de 35, ambos originarios de Valladolid Yucatán. Además, Erasmo P, de 35 años, originario de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas y Alejandro C, de 38 años, originario de Petcacab, Quintana Roo.
En tanto, la policía que aparece en un video ampliamente difundido en redes sociales colocando su rodilla y todo su peso sobre Salazar es Verónica V, de 42 años, originaria de Mérida.
Salazar contaba con una visa humanitaria en México, luego de emigrar desde El Salvador en 2017. El pasado sábado trascendió un video en el que se observa cómo los agentes someten a la compatriota luego de detenerla por una falta administrativa en la vía pública.
Las imágenes provocaron indignación y condena internacional ya que se observa cómo Salazar es inmovilizada boca abajo, en el pavimento, en plena calle. La Fiscalía de Quintana Roo detalló que la mujer sufrió una fractura de columna vertebral. Su cuerpo quedó tendido en la calle, sin que ninguno de los oficiales involucrados intentara darle asistencia. Luego, los mismos policías suben el cuerpo de Salazar a un pick up.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) pidió una investigación independiente en lo que consideró como un posible crimen de lesa humanidad. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador también reconoció el asesinato. La Fiscalía agregó que hubo exceso de fuerza y los policías fueron encausados por feminicidio, que conlleva hasta 50 años de prisión.
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, hizo un llamado a no olvidar que el crimen no pesa sobre todos los mexicanos, sino sobre los policías que detuvieron a Salazar.