Cuando hablamos de vehículos y todo lo relativo al mundo automotriz, por lo general, nos topamos con proyectos encabezados por hombres. Sin embargo, en El Salvador, hay una mujer que ha decido arrancar con una iniciativa que la conduce por un camino en el que derriba estereotipos y abre carreteras para que otras mujeres decidan conocer más sobre lo automotriz.
Se trata de Claudia Álvarez, creadora de contenido para la marca «Girls on Wheels», una iniciativa en redes sociales orientada a la formación y educación automotriz principalmente para mujeres, teniendo como objetivo central el empoderar a la mujer con conocimiento para que pueda darle un mejor uso y mantenimiento a su vehículo.
La iniciativa está a un paso de cumplir dos años y el crecimiento que ha tenido ha sido meteórico. Acelerando el paso, Claudia ha convertido su marca en una alternativa de aprendizaje en redes sociales. Pero, por encima de eso, se ha vuelto un ejemplo de que las mujeres pueden tomar el volante en temas que, social y erróneamente, se han considerado exclusivo de los hombres, posicionándose como una impulsora de una sana idea de igualdad de género.
¿Quién es Claudia Álvarez?
Soy una persona super apasionada. Me gusta clavarme y apasionarme mucho en las cosas que hago, en mi vida como mamá, como mujer, le pongo mucho compromiso a las cosas que hago
¿Cuánto tiempo llevás con el proyecto de «Girls on Wheels» y cómo nació la idea?
En diciembre cumple dos años. Fue una cosa un poco random y algo al azar, en realidad. Tenía conocimiento sobre carros porque había trabajado en taller automotriz y me había fijado en la constante de que las mujeres llegaban al taller y hacían varias consultas y terminaban molestas porque no entendían algunas cosas. Ahí, mi papel era conectar con ellas para que se sintieran más cómodas y pudieran tener una mejor explicación.
Después que me salí del taller me quedó la idea de que quería transmitir mi conocimiento y comencé a hacer una página, a diseñar la marca y a pedir un par de opiniones para saber si lo que tenía pensado era acertado. Al principio yo pensaba hacer esto como un hobbie, como algo que iba a estar haciendo en mis tiempos libres. Pero, al paso de los meses estaba creciendo muchísimo porque era algo poco común y había ya un buen número de mujeres en demanda y pidiendo más contenido. En cuestión de tres meses ya tenía entre 3,000 y 4,000 seguidoras y ese número ha seguido creciendo.
En las redes sociales suele existir un mundo bastante complicado y adverso cuando se inicia. ¿Cómo ha sido tu experiencia al impulsar tu proyecto en redes sociales?
Es chistoso porque, en realidad, yo siempre creí que no había nacido para la cámara. Me gusta siempre ayudar a la gente, pero no sabía cómo, así que me costó encontrarme con la idea. La página y su crecimiento hicieron que me viera en la necesidad de decir quién estaba detrás del proyecto. Hice una encuesta y la gente pensaba que era un hombre el que estaba detrás de la idea o tal vez un grupo de personas. Fue así como me di al descubierto y la gente vio que era una mujer, madre de dos niños y demostrando que no hay límites para las mujeres.
Ha sido una bonita experiencia en redes sociales, me gusta ir mostrando de lo que las mujeres somos capaces. También ha sido un reto porque no soy una persona tan tecnológica y he tenido que ir aprendiendo. Tampoco era muy dada a hablar en público y, al principio, me trababa cuando quería decir algo, pero he ido aprendiendo poco a poco y eso ha significado un crecimiento para mí como persona y toda una experiencia de aprendizaje.
Y en cuanto a tu vida como madre de familia, ¿cómo ha sido combinar las actividades de tu proyecto con dedicarle tiempo a tu familia?
Al principio era conveniente porque tenía el tiempo posible para hacer varias cosas. Pero, cuando todo fue creciendo, se volvió en un reto más grande. Mis hijos están bien pequeños todavía y demandan tiempo y necesito estar con ellos. A medida pasó el tiempo y al despertar interés en aliados para el proyecto, esto comenzó a demandarme tiempo. Siempre he imaginado a Girls on Wheels como la primera marca de educación automotriz para mujeres y siempre he trabajado con base a ese objetivo. Tengo mente de mercadóloga y siempre ando ordenando y creando proyectos para la marca.
Desde el primer año comencé a hacer eventos presenciales y todo ha ido en crecimiento. Siempre ando moviéndome en muchas áreas y eso siempre demanda tiempo, así que, hasta hoy, sigue siendo un reto el poder balancear entre las actividades del proyecto y el tiempo de calidad que le dedico a mis hijos.
Con casi dos años ya has logrado posicionarte, pero ¿todavía encontrás personas que se asombran de ver que sos una mujer hablando sobre el tema automotriz?
Creo que aún falta todavía para que llegue a la etapa en que la gente me reconozca, así que sí, aún se siguen asombrando. Sin embargo, siempre he notado la aceptación de la gente, incluso, he recibido consultas de personas de otros países, lo que ha sido todo un reto de brindar ayuda y algún consejo. Sigue generando sorpresa, pero yo siempre estoy en constante aprendizaje para que el conocimiento que pueda transmitir en la página siempre esté respaldado.
Aún recuerdo muchas cosas de cuanto estuve en el taller, pero quisiera poder estar en alguno y seguir aprendiendo desde la práctica. Ahora, lo que hago es tratar de no quedarme sin la práctica. Cuando alguien me escribe sobre una falla en sus vehículos trato de asesorarme lo mejor posible y brindar un apoyo fundamentado. También sigo aprendiendo y tomando cursos para capacitarme y poder brindar un conocimiento más fundamentado.
¿Siempre tuviste esta pasión por el tema automotriz?
No, en realidad es algo que he ido descubriendo. Siempre he sido versátil y siempre soy muy agresiva en los planes que tengo o que me propongo hacer. Primero tuve un negocio de decoración de bodas, o sea, nada que ver con carros… Pero, cuando surgió lo automotriz, mi pasión fue instantánea. Siempre preguntaba todo lo que podía al principio para seguir aprendiendo. Creo que fue natural cuando ya lo descubrí. De pequeña nunca me gustaron los carros, pero, cuando llegó la etapa del taller, ahí descubrí esta pasión.
En El Salvador existe este estigma de que la mujer no fue hecha para el mundo automotriz. ¿Ha sido difícil combatir esta idea tan impregnada en la sociedad?
Me gusta ese reto, me gusta estar rompiendo ese estereotipo. La gente a veces me pregunta si yo sé de lo que estoy hablando y trato la manera de demostrarlo con propiedad. Además, he tratado de seguir aprendiendo en diversos cursos y, como me gusta, le doy mucho interés. Desde que inicié la página siempre he estado atenta a que alguien quiera debatir conmigo, pero he tenido mucho apoyo de caballeros que agradecen que haya alguien enseñándoles a sus parejas algo sobre el mundo automotriz. Me gusta mucho esta idea de romper el estereotipo.
Porque en este país hay estereotipos hasta en la apariencia y pensamos que una mujer automotriz no siempre tiene características que catalogamos como «femeninas» …
En algún momento, sobre todo cuando estaba el taller, enfrente esa situación. Lo más común era que, aunque yo trataba de atender al cliente y darle una explicación, inmediatamente se desviaba del tema y buscaba algún mecánico que pudiera atenderles. Al principio me molestaba, pero cuando comenzaron a ver que podía brindarles soluciones todo eso fue pasando.
Soy una mujer normal, no tengo porque tener otras características para hacer lo que hago. Puedo ponerme debajo de un carro y ensuciarme haciéndole arreglos, pero también disfruto seguir siendo quien soy y no perder mi parte femenina, aunque me dedique a cuestiones automotrices.
Desde tu experiencia, ¿crees que de verdad hay interés por parte de las mujeres en El Salvador por aprender sobre lo automotriz?
Es increíble eso. Sí hay. Las mujeres quieren aprender y hacer muchas cosas. El mercado automotriz es un poco complicado en cuanto a los servicios y, algunas, han sido víctimas de cobros o malos trabajos. Eso hace que quieran aprender y que tengan mucho interés por conocer más para evitar ser víctimas de estas malas prácticas. En el proyecto estamos impulsando cursos para que las mujeres puedan aprender un poco más y la afluencia es muy buena. Definitivamente hay mucho interés en las mujeres por aprender sobre el mundo automotriz.
¿Considerás que lo que estás haciendo puede incidir positivamente para demostrar que las mujeres sí pueden conectarse al mundo autromotriz?
Yo soy super soñadora y creo que sí puedo aportar a esa idea. Creo que el estigma va a cambiar y que las percepciones van a cambiar. La mujer tiene que mostrar interés. Si te enseñaron a manejar, también te pueden enseñar y puedes aprender qué hacer en situaciones de emergencia. Las cosas pueden cambiar desde casa y desde ahí podemos romper estereotipos. Creo que se está creando una comunidad muy bonita de mujeres que están tomando acción.
Sé que la marca puede contribuir a derribar estereotipos y sé que la marca también puede incidir para empoderar a las mujeres en el tema automotriz. Las mujeres podemos aprender sobre nuestro carro y evitar ser víctimas de estafas o malas prácticas. A medida las mujeres hagan eso y tengan ese interés, las malas prácticas contra las mujeres van a ir acabándose.
Finalmente, ¿qué le dirías a las mujeres que aún tienen temor por aprender sobre lo automotriz?
Les diría que se quiten el miedo, que entren en consciencia que el carro es una herramienta diaria de las mujeres y, muchas, lo básico que saben es poner gasolina e, incluso, algunos ni siquiera saben eso. Son cosas sencillas y es necesario aprender sobre mecánica en general. Es importante estar educada para tomar decisiones acertadas en tu carro porque te ayuda en tu presupuesto. Es importante crear esta cultura preventiva en las mujeres y entender que el carro es una de las prioridades de nuestras vidas. Además, les diría que no hay limitantes y que todas las mujeres podemos estar en constante aprendizaje.