El actual diputado del Parlacen por ARENA, Norman Quijano aceptó hace un año que el expresidente Francisco Flores recibió fondos de Taiwán que fueron utilizados por el partido político y no para los destinos encomendados como los $10 millones para las víctimas de los terremotos del 2001.
«Sigo creyendo en la honestidad y honradez del presidente Flores. Puedo decir con toda propiedad que ese dinero no vino para el Gobierno de El Salvador, era la forma como Taiwán compraba ese voto allá en las Naciones Unidas. Los gobiernos de Taiwán acostumbraban darles esos fondos para los desarrollos de los partidos que gobernaban», afirmó Quijano.
El arenero huyó a Honduras en abril pasado, para evadir un proceso por fraude electoral y agrupaciones ilícitas, el cual la Cámara Primero de lo Penal, presidida por el exmagistrado Guillermo Arévalo, (quien renunció a la judicatura) y Carlos Sánchez, destituido de la Sala de lo Constitucional de la CSJ, anularon el proceso penal que la Fiscalía inició contra el exlegislador arenero.
Pero el miércoles pasado la Asamblea Legislativa inició el proceso para desaforar a Quijano, luego de recibir la solicitud de antejuicio hecha por la Fiscalía. Ese mismo día, los exdirigentes de ARENA, Elías Antonio Saca, Juan Tennant Wright y Gerardo Antonio Balzaretti Kriete, fueron condenados a devolver al Estado los $10 millones que Taiwán donó y que fueron robados por ARENA.
En enero de 2014, Francisco Flores dijo: «Que viniera un cheque a nombre de un presidente fue una práctica común que duró por décadas», ante una comisión especial del Parlamento al argumentar la recepción de esos montos con cheques a su nombre y que no ingresaron al erario público.