El cumplimiento de las quimioterapias de las pacientes con cáncer de mama y cervicouterino del Hospital Nacional de la Mujer no cesó durante el confinamiento por la pandemia de la COVID-19. El objetivo es cumplir con un tratamiento integral para contribuir a la restauración de la salud de las mujeres.
Si bien algunos servicios fueron suspendidos, al igual que en otros centros asistenciales, como prevención ante el riesgo de contagios de coronavirus, los servicios de quimioterapia y consultas obstétricas de emergencia se mantuvieron activos.
«Se suspendieron nada más las áreas de Ginecología, de Mastología, pero la consulta de alto riesgo de las pacientes obstétricas y de las pacientes oncológicas siempre se trabajó, obviamente, con las medidas que el caso amerita», aseveró la jefa de Residentes del hospital, Aracely López.
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Agregó que diariamente, y en días regulares, en promedio se atienden 20 pacientes en emergencias oncológicas, 50 mujeres reciben su tratamiento de quimioterapia al día; en la sala de operaciones se hacen cuatro cirugías por cáncer diarias, tres veces a la semana, lo que se traduce a 12 intervenciones.
«La demanda de pacientes en este hospital es alta. Es de todos conocido que somos el hospital de tercer nivel y de referencia de todos los demás [de esta especialidad]», manifestó López.
La semana pasada, los servicios que brindan en este centro se pusieron en riesgo luego de que la Fiscalía General de la República (FGR) allanó las oficinas del Ministerio de Salud (Minsal).
«Todas las adquisiciones que se hacen a partir del hospital son a través de la UACI [Unidad de Adquisiciones y Contrataciones Institucional] del Ministerio de Salud, y si de alguna manera se detiene el proceso allá, también a nosotros se nos detiene. Por ejemplo, las compras de los insumos y medicamentos pueden verse afectadas», aseveró la doctora López.