¿Los Angeles Rams, un poderoso equipo que juega en su estadio, o los sorprendentes Cincinnati Bengals del joven fenómeno Joe Burrow? La 56ª edición del Super Bowl promete emociones fuertes este domingo en el flamante estadio So-Fi de Los Ángeles.
Este recinto, considerado el más caro del mundo con sus 5.500 millones de dólares de presupuesto, se llenará con 70.000 espectadores que disfrutarán también del tradicional espectáculo del entretiempo con figuras del hip hop actual, como Kendrick Lamar, e íconos como Dr. Dre, Eminem, Snoop Dogg y Mary J. Blidge.
Sobre el campo, los Rams son ligeramente favoritos para levantar el primer Super Bowl desde el anuncio de retirada de Tom Brady, el gran especialista en las finales con un récord de siete títulos. Se espera que alrededor de 100 millones de estadounidenses seguirán el mayor acontecimiento anual de su calendario deportivo, que arrancará a las 5:30 de la tarde (hora salvadoreña).
En el centro de la atención estará el choque entre dos talentosos quarterbacks que se estrenan por primera vez en el gran escenario.
En el caso de los Rams, el veterano Matthew Stafford tiene la oportunidad de reivindicarse después de vivir 12 temporadas en los Detroit Lions donde sus actuaciones se vieran opacadas por los fracasos colectivos. Sean McVay, que a sus 36 años puede convertirse en el entrenador más joven en ganar un Super Bowl, le dio una segunda oportunidad en Los Ángeles al sacarlo hace un año de Detroit a cambio de Jared Goff.
Los Bengals, por su lado, están comandados por el precoz Joe Burrow. A sus 25 años, y sin apenas jugar en su temporada de novato por lesión, el mariscal de campo ha sido capaz de conducir a Cincinnati a su primera aparición en el Super Bowl desde 1989.
Un triunfo de los Bengals sería la guinda a una de las reconstrucciones más veloces y exitosas de la historia. Cincinnati no clasificaba a los playoffs desde 2015 y apenas dos años atrás terminaron con el peor balance de la liga, con 2 victorias y 14 derrotas.