El clima de seguridad y trasformación que se encuentra viviendo el país ha permitido que la diáspora invierta en El Salvador y genere empleos locales.
Este es el caso de los connacionales Miladys González, Luis y Wílmer Menjívar, quienes emigraron hace 20 años hacia Estados Unidos y ahora decidieron regresar a su tierra para invertir en la zona de Chalatenango Centro en el nuevo concepto del renovado Chalatenango Country Club & Resort.
El lugar permaneció por años en inactividad porque la zona era asediada por los grupos delictivos, pero ahora decidieron darle una nueva oportunidad al espacio que sirve para desco – nectarse de la rutina y conectar con la naturaleza.
Durante el acto de inauguración, Luis Menjívar aseguró que este es un sueño que se vuelve realidad luego de trabajar por muchos años.
«Estamos cumpliendo un sueño. Es un lugar donde podrán venir a disfrutar con su familia. Cada pulgada se ha construido con amor. Les doy las gracias a Dios, a mi hermano y a mi esposa. Pensé que este día no iba a llegar tan pronto, pero Dios hizo su obra para abrir la primera fase», expresó.
De igual forma, Wílmer Menjívar apuntó que el deseo de invertir en su natal país se convirtió en un sueño cumplido.
«Me siento orgulloso y honrado por formar parte de este gran proyecto. Hemos cumplido nuestras expectativas», señaló.
Sobre esta nueva oferta hotelera, la ministra de Turismo, Morena Valdez, señaló que los inversionistas son parte de la diáspora que ha vuelto a confiar en el país, gracias a las acciones implementadas por el presidente Nayib Bukele.
«Este [establecimiento] será la punta de lanza en Chalate – nango, ya que necesitábamos más establecimientos turísticos. Este no solo va a contener alojamiento y recreación, sino que también será parte de una ruta que podemos hacer en el departamento», expresó.
Asimismo, la viceministra de Diáspora y Movilidad Humana, Cindy Portal, manifestó que a esta familia que ahora regresa para invertir el país la abraza y la recibe.
«No vienen con las manos vacías, sino que vienen a invertir lo que nosotros denominamos migración inversa […]. La inversión, que es de más de $6 millones, viene a dar trabajo local y permite reducir la migración irregular», destacó.
Agregó que anteriormente el país se conocía por estigmatizaciones de maras, delincuencia y migración irregular.
«El Salvador pasó de ser el país más peligroso del mundo a ser el más seguro del hemisferio occidental. Era imposible hablar de atracción, inversión y turismo debido a los altos números de delincuencia, llegó un momento en la vida que era normal ver en los periódicos 30 asesinatos diarios, y hoy llevamos más de 500 días sin homicidios», afirmó la funcionaria.