Incluso antes de la oficialización este lunes a la medianoche centroeuropea (22h00 GMT) de la «Super League» por parte de 12 clubes ingleses, españoles e italianos, el proyecto ya suscitó la hostilidad del mundo del fútbol y de responsables políticos.
«Demasiado es demasiado»
«Seguiremos unidos con el objetivo de poner fin a este proyecto cínico, un proyecto fundado en el interés personal de algunos en un momento en el que la sociedad está más que nunca buscando la solidaridad», señaló la UEFA en un comunicado el domingo.
«Consideramos todos los recursos posibles, a todos los niveles, tanto jurídicos como deportivos, con el objetivo de impedir esto. El fútbol se basa en competiciones abiertas y en el mérito deportivo, no puede ser de otra forma», añadió.
Y recordó las sanciones posibles: «los clubes concernidos se verían vetados para participar en toda otra competición a nivel nacional, europeo o mundial, y sus jugadores podrían ver negada la posibilidad de representar a sus selecciones nacionales».
«Esta persistente preocupación de unos pocos por su único interés ha durado demasiado. Demasiado es demasiado», añadió la UEFA.
La FIFA publicó un comunicado tras el anuncio de los promotores de la «Super League» para decir que desaprobaba una «liga separatista europea cerrada, fuera de las estructuras del fútbol».
«La FIFA desea aclarar que se mantiene firme a favor de la solidaridad en el fútbol y un modelo de redistribución equitativa», escribió la institución con sede en Zúrich.
«Hace un llamamiento a todas las partes implicadas en estas conversaciones a iniciar un diálogo tranquilo, constructivo y equilibrado por el bien de este juego», añadió.
«Destruir un sueño»
Para la Premier League, que organiza el muy rentable y seguido a nivel mundial campeonato inglés, «los aficionados de todos los clubes ingleses y a través de Europa pueden soñar que su equipo puede escalar a la cima y jugar contra los mejores».
«Creemos que el concepto de Super League destruiría este sueño», añadió.
Para la Liga Alemana de Fútbol, «el interés económico de unos pocos clubes de alto nivel de Inglaterra, Italia y España no debe conducir a la creación de una superestructura europea, sería particularmente irresponsable y tendría un impacto irreparable en los campeonatos nacionales».
«Los sueños hegemónicos de una oligarquía tendrían como consecuencia la desaparición de un sistema europeo que ha permitido al fútbol un desarrollo sin precedentes en el continente europeo», añadió la Federación Francesa de Fútbol y la Liga Profesional de Fútbol del país galo.
«Un club VIP»
El proyecto de «Super League» provocó reacciones políticas, principalmente de Francia y Reino Unido.
«El presidente de la República celebra la posición de los clubes franceses de rechazar participar en un proyecto de Superliga europea de fútbol que amenaza el principio de solidaridad y el mérito deportivo. El Estado francés apoyará todos los procedimientos de la LFP (Liga de Fútbol Profesional francesa), de la FFF (Federación Francesa de Fútbol), la UEFA y la FIFA para proteger la integridad de las competiciones federales, sean nacionales o europeas», indicó el Elíseo, sede de la jefatura de Estado francesa, a la AFP.
«Un sistema sin criterio deportivo de acceso que reúne a un club VIP de varios poderosos representa no solo la negación del mérito deportivo sino también un auténtico peligro para el mundo del fútbol», declaró la ministra delegada de Deportes, Roxana Maracineanu, en un comunicado transmitido a la AFP.
Para el primer ministro británico, Boris Johnson, este proyecto «sería muy dañino para el fútbol».
«Esto golpearía en pleno corazón a nuestro fútbol nacional y suscitaría la preocupación de los aficionados en el país», escribió en Twitter.
«Asqueado»
El exjugador del Manchester United y exinternacional inglés Gary Neville no se mordió la lengua al compartir su frontal oposición a esta nueva competición.
«Estoy asqueado, es una vergüenza absoluta», afirmó.
«Los propietario de esos clubes solo van tras el dinero, son impostores y no tienen nada que hacer en el fútbol en este país, con sus fans y sus cien años de historia. Esto es de broma, ya basta. Es un acto criminal contra los aficionados al fútbol», aseguró en declaraciones a Sky.