En 2021, las donaciones de los fieles alcanzaron los 46,9 millones de euros, mientras que los gastos ascendieron a 65,3 millones, según un comunicado de la oficina de prensa de la Santa Sede.
Esta cifra es un poco mayor a los 44,1 millones recaudados en 2020, cuando se registró un fuerte descenso respecto de los 53 millones de euros recaudados en 2019, antes del inicio de la pandemia de covid-19.
El Óbolo de San Pedro recoge las donaciones de las diócesis, de las fundaciones y de los donantes privados para financiar determinadas actividades de la Santa Sede y misiones caritativas en el extranjero.
De los 67 países que contribuyeron, Estados Unidos, Italia y Alemania encabezaron la lista, mientras que África fue el continente más beneficiado.
Unos 10 millones de euros se destinaron a misiones de asistencia en todo el mundo (lucha contra la pobreza, ayuda a los refugiados, proyectos sociales, iglesias en dificultades…), detalla el Vaticano.
Es la primera vez que la Santa Sede publica un informe detallado del último Óbolo de San Pedro. El papa Francisco ha multiplicado las medidas para mejorar la transparencia financiera del Vaticano, en el punto de mira por sus gestiones opacas.