En el marco del Día Mundial de la Malaria, autoridades del Ministerio de Salud reconocieron la labor realizada por el personal que ha trabajado de forma activa en la eliminación de la malaria en El Salvador.
«El reconocimiento internacional obtenido es gracias al esfuerzo de todo su trabajo», destacó el ministro de Salud, Francisco Alabí.
Alabí subrayó que ser reconocidos a nivel internacional es un logro histórico en el país, en el cual han contribuido personal de la Unidad de Vectores, y colaboradores voluntarios, quienes arduamente han luchado esa batalla.
«Es una prueba de que El Salvador puede alcanzar mucho cuando se trabaja en equipo y cuando soñamos como país», expresó Alabí.
Alabí reconoció que la labor realizada por los equipos desplegados en el territorio han permitido consolidar a El Salvador como país libre de malaria.
«Hemos brindado todo lo que está al alcance de las diferentes acciones que como ministerio se contemplan y el hecho de empujar para que este logro histórico no se perdiera», manifestó el funcionario.
Por su parte, el jefe de la Unidad de Vectores y del Programa de Malaria del Ministerio de Salud, Eduardo Romero, destacó que el país es el tercer país de América en recibir la certificación como país libre de Malaria.
«Agradecer a las autoridades acá presentes, por el apoyo técnico que hemos tenido, ha sido fundamental para llegar a donde estamos», dijo Romero.
De acuerdo con Romero, el Gobierno Salvadoreño ha permitido tener herramientas de suma importancia para alcanzar la certificación brindada por la Organización Mundial de la Salud.
El Salvador, país libre de malaria
El pasado 25 de febrero, El Salvador fue certificado por la Organización Mundial de la Salud como libre de malaria, convirtiéndolo en el primer país de Centroamérica, y el tercero en América, en recibir dicha certificación.
El director de la OMS, Tedros Adhanom, reiteró el anuncio, y dijo que El Salvador es «una prueba viviente e inspiración» para otros países.
«El paludismo ha afectado a la humanidad durante milenios, pero países como El Salvador son una prueba viviente e inspiración para todos los países de que podemos atrevernos a soñar con un futuro sin paludismo», dijo el Adhanom, en ese entonces.
La certificación que recibió El Salvador se entrega a un país cuando ha demostrado que la cadena de transmisión autóctona se ha interrumpido en todo el país durante al menos los tres años consecutivos anteriores.