Personal de la Fuerza Armada de El Salvador (FAES) y de la Policía Nacional Civil (PNC) efectuaron la búsqueda y recuperación de los cuerpos de los pasajeros y tripulantes que se transportaban en el helicóptero UH-1H de la Fuerza Aérea Salvadoreña, que se desplomó la noche del pasado domingo en cantón San Eduardo del distrito de Pasaquina, en La Unión Norte.
Cerca de las 9:00 de la noche del pasado domingo, se presentó un primer equipo conformado por militares y policías a efectuar la verificación ante los avisos de los pobladores de una aeronave que se había estrellado en un cerro cercano.
El helicóptero que se había desplomado transportaba bajo custodia policial al exgerente general de la Cooperativa Santa Victoria de R.L., (conocida como Cosavi), Manuel Alberto Coto Barrientos, quien era el principal implicado en el desfalco de $35 millones contra miles de asociados.
Entre los fallecidos del siniestro estaba el director general de la Policía Nacional Civil, Mauricio Arriaza Chicas; los comisionados Douglas Omar García Funes y Rómulo Pompilio Romero Torres y el cabo Abel António Arévalo, pertenecientes a la corporación policial.
En el siniestro también fallecieron: los tenientes pilotos aviadores Alexis Alberto Quijano y Jhonatan Alexander Raymundo y el subsargento técnico aeronáutico Gerson Ricardo Batres, de la Fuerza Armada. También, dentro de las víctimas se encontraba el jefe de comunicaciones del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, David Cruz, quien también era conocido por su trayectoria periodística, así mismo murió en el sitio el detenido Coto Barrientos, sobre quien pesaban cargos por delitos de lavado de dinero y activos, defraudación a la economía pública y agrupaciones ilícitas.
Minutos antes del desastre, la aeronave había partido de la zona de la frontera El Amatillo, donde autoridades policiales y de Interpol El Salvador recibieron de sus pares de Honduras, a Coto Barrientos, para trasladarlo a la División Central de Investigaciones, DCI, en San Salvador, donde sería presentado ante los medios de comunicación y la Fiscalía General de la República (FGR) daría detalles del procedimiento.
Según habitantes del sector, el helicóptero se precipitó a tierra en la zona de la Loma Lisa de cantón San Eduardo, aproximadamente a las 8:30 de la noche del domingo. Desde la frontera El Amarillo, el helicóptero solo se había trasladado unos 12 kilómetros, cuando ocurrió el siniestro.
«Estaba cayendo bastante lluvia, algo debe haber pasado porque venía volando bien bajo, luego se escuchó que cayó. Yo creo que ese muchacho que venía pilotando, luchó para no caer en este cantón. Es la primera vez que pasa algo así», comentó Jesús Guadalupe Sánchez, un habitante del sector que presenció el siniestro. Las personas del lugar estaban impactadas ante la gravedad del accidente.
A partir de las 10:30 de la noche del domingo, personal del gabinete de Seguridad se reunía en el sector para iniciar con la búsqueda, recuperación de los cuerpos, procesamiento de las escenas y el traslado de los cuerpos de las víctimas desde el cerro apoyados de camillas.
Según habitantes, varios de los cuales caminaron 40 minutos para llegar cerca de la zona cero, los restos de la aeronave y sus ocupantes estaban diseminados en un área de aproximadamente dos manzanas. Las autoridades terminaron con el procesamiento de la escena y rescate de los cuerpos hasta las 6:00 de la mañana del lunes.
Ante el siniestro aéreo, los habitantes del sector, desde tempranas horas de la madrugada del lunes y forma solidaria prepararon café, arroz con leche y brindaron agua a todo el personal de la FAES y PNC que se encontraba en el sector apoyando con la búsqueda y recuperación.