La comisión municipal de Protección Civil de San Miguel, en conjunto con la comisión comunal del caserío Santa Fidelia, del cantón La Canoa, ayer verificaron los trabajos de mitigación en las bordas del río Grande, zona en la que todos los años ocurren inundaciones en esta época.
Según Óscar Portillo, coordinador de la comisión municipal de Protección Civil, a inicios del año se construyó un tramo de 5.7 kilómetros de borda en el lado derecho del río. Sin embargo, en algunos tramos es necesario que haya una constante vigilancia para reforzar más en caso de ser necesario. Actualmente, la alcaldía está trabajando en el refuerzo de 700 metros de la borda, en donde se identificó que está debilitada.
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«Las obras de mitigación se hicieron con el objetivo de evitar que el río se desborde y que cause afectación a las personas que habitan a las riberas del río y a los cultivos que tienen», mencionó Portillo.

Por el momento, no se ha determinado que exista otro punto que deba ser reforzado para evitar inundaciones, pero mencionó que existen algunos puntos en los que es difícil acceder a hacer obras de mitigación, debido a las características del terreno.
A pesar de las constantes y fuertes lluvias de este año, hasta la fecha no se ha inundado el tramo de la carretera del Litoral ni los cultivos del sector, como en otras ocasiones cuando se desborda el río Grande.