El Programa de Refugios para Menores Centroamericanos (CAM, por sus siglas en inglés) recobrará vida gracias a la orden ejecutiva que el presidente Joe Biden firmó el pasado 3 de febrero. El CAM fue eliminado progresivamente por el expresidente Donald Trump, y lo finalizó por completo en agosto de 2017, cuando decenas de familias salvadoreñas que ya habían superado los complicados filtros del Departamento de Estado fueron finalmente rechazadas y quedaron en el limbo. El CAM fue instaurado por el expresidente Barack Obama, de quien Biden fue vicepresidente.
El programa fue establecido para reunificar a las familias en noviembre de 2014. Antes de ser desbaratado por Trump, el CAM permitió que padres inmigrantes con residencia legal en Estados Unidos tuvieran la oportunidad de solicitar un estatus de refugiado o un permiso especial para sus hijos en El Salvador, Honduras y Guatemala. Ya que el beneficio migratorio fue ideado para fomentar la migración legal, luego de la ola de menores inmigrantes no acompañados de 2014, cientos de padres salvadoreños con Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés) vieron hecho realidad su sueño de reunirse con sus hijos en Estados Unidos de forma legal, segura y ordenada.
Pero la administración Trump no solo acabó con el CAM, sino que también movió todo su esfuerzo para borrar el TPS. De 300,000 inmigrantes de diferentes nacionalidades con TPS, alrededor de 190,000 son salvadoreños. Por lo tanto, el daño fue doble para la comunidad inmigrante de El Salvador.
El pasado 3 de febrero, el presidente Biden firmó la «orden ejecutiva sobre la creación de un marco regional integral para abordar las causas de la migración, gestionar la migración en Norteamérica y Centroamérica y proporcionar un procesamiento seguro y ordenado de los solicitantes de asilo en la frontera de Estados Unidos».
En la sección tres (para «expandir los caminos legales para protección y oportunidades en Estados Unidos»), se instruye a los secretarios de Estado y de Seguridad Nacional para «tomar todas las acciones apropiadas para revertir la decisión de 2017 de rescindir el Programa de Refugios para Menores Centroamericanos (CAM), y considerar iniciar acciones apropiadas para restituirlo y mejorarlo».
De igual forma, la pieza firmada por Biden promueve la reunificación familiar por medio de visas basadas en la migración en cadena o por lazos familiares. También, en la propuesta de reforma migratoria enviada por el Ejecutivo al Congreso en enero, Biden insta a invertir $4,000 millones en cuatro años para atacar las causas de la migración irregular en El Salvador, Guatemala y Honduras. En adición, propone crear centros de procesamiento de refugiados en estos tres países. De igual forma, se reinstala el CAM.
El Centro de Servicios Católicos (CRS, por sus siglas en inglés), organización humanitaria con presencia en más de 100 países, celebró la orden ejecutiva firmada por Biden. «Damos la bienvenida a la orden ejecutiva de la administración que reconoce la necesidad de abordar las causas fundamentales de la migración desde los países del Triángulo Norte de Centroamérica.
Décadas de violencia, inestabilidad y falta de oportunidades económicas han devastado comunidades y medios de vida. Además, los impactos del cambio climático se han vuelto catastróficos. En noviembre, dos huracanes de categoría 4 azotaron la región, dañaron gravemente la infraestructura y aumentaron aún más los riesgos para la seguridad alimentaria.
La pandemia de la COVID-19 agrava esta crisis», dijo en una declaración escrita Bill O’Keefe, vicepresidente ejecutivo de Misión, Movilización y Defensa.