Al referirnos al concepto de refundar la república hago alusión a las palabras de san Romero de América cuando dijo: «Hay que cambiar de raíz todo el sistema», en clara alusión a que nuestro país en ese contexto de los años setenta y ochenta era víctima de una vorágine de represión generalizada por el aparato estatal, y que las voces disonantes eran silenciadas por las balas asesinas de una dictadura que ya llevaba varias décadas.
No tengo ningún temor de decirlo, pues se suponía que quienes utilizaron como propia la imagen de san Romero eran los miembros del FMLN, anterior grupo guerrillero, ahora reducido a un partido político decadente y que se suponía haría suyas esas sabias palabras de llevar justicia, paz, prosperidad y desarrollo; y de erradicar la corrupción gubernamental que por décadas no permitió que nuestro país se desarrollara y que las condiciones de vida —material y espiritual— fuesen satisfechas a plenitud. Nada de eso ocurrió, fue todo lo contrario, pues es cuando la corruptela gubernamental se acrecentó con el surgimiento de una nueva clase burguesa «de izquierda», es decir, un conglomerado de «nuevos ricos sin pedigrí». Lo que es cierto y claro es que los dineros mal habidos así como llegan así se van, y solo queda la condena judicial y la condena moral de quienes se aprovecharon de los bienes de nuestro pueblo; en otras palabras, el karma que los persigue y los obliga a esconderse y a huir como cualquier delincuente común.
Para 2019 se da un fenómeno político en El Salvador sin precedentes, llega al poder Nayib Bukele, joven empresario con trayectoria y experiencia política, y siendo la antítesis de las mañas de los políticos tradicionales, tanto de los denominados de izquierda como de derecha, obviamente en ese momento con una Asamblea Legislativa totalmente antagónica a la visión del recién electo presidente Bukele, y pretendieron como aprendices en política generar una oposición pútrida y estéril que solo sirvió para terminar de cavar su propia tumba.
Refundar nuestra república tiene un amplio significado que genera crisis en aquellos sectores a los que se les ha intervenido su «statu quo», quienes se acostumbraron a lactar del Estado y que poco les importó el bien común. Los cambios iniciales del actual Gobierno del presidente Bukele son los de tener una Fiscalía General de la República acorde con los intereses de las víctimas y de perseguir los delitos y los delincuentes que no han permitido que nuestro país se desarrolle; refundar la república implica tener un Órgano Judicial sano y robusto, que no se deje influenciar por los arreglos derivados de los poderes fácticos del país, más bien incorruptible; refundar la patria es ordenar la casa, asignando los recursos del Estado y administrados por el Ejecutivo a quienes de verdad los necesitan, caso concreto la derogatoria de la Ley del Fodes, dinero que en el pasado fue utilizado para enriquecer a alcaldes y concejales allegados, así como para alimentar a los ejércitos de personas ligadas al clientelismo político; refundar la república es eliminar distorsiones sociales, caso concreto las pandillas, pésima herencia de ARENA y del FMLN, ahora casi en proceso de ser eliminadas por la implementación del Plan Control Territorial y el régimen de excepción con el apoyo operativo y de inteligencia de la Fuerza Armada y de la Policía Nacional Civil; refundar la república es volver el sistema electoral y de distribución geográfica más moderno, ágil y con menos costo para lograr el cometido de llevar bienestar a la población. Y finalmente, refundar la república es dar continuidad a la línea ascendente de desarrollo de nuestro país mediante la reelección del actual mandatario, lo cual ya es una realidad inminente e innegable, solo lo pueden adversar quienes están del lado equivocado de la historia.