Para la abogada Tahnya Pastor, las medidas adoptadas por el actual Gobierno de El Salvador, como el régimen de excepción o las reformas penales, son medidas que representan un contundente golpe en contra de las pandillas y los grupos terroristas en el país.
La jurista hizo énfasis en que el régimen de excepción es una herramienta que el Estado tiene para controlar las situaciones que perturban el orden público, como, en este caso, lo son las acciones delictivas de los grupos pandilleriles, por lo que descartó las críticas que ciertos sectores han hecho a esta medida.
«El Régimen de Excepción es una herramienta que tiene el país en los casos de perturbación al orden público. Las personas que están siendo beneficiadas con el Régimen de Excepción, perciben por primera vez la seguridad y tranquilidad», comentó Pastor.
Para la abogada, el régimen de excepción ha permitido un mayor accionar de las autoridades en contra de las pandillas. Sin embargo, remarcó que estas medidas siguen siendo orientadas a contener la criminalidad, por lo que es necesario reforzar también las iniciativas encaminadas a la prevención de la violencia y la delincuencia.
De igual forma, la abogada hizo énfasis en que los gobiernos anteriores no mostraron las acciones contundentes que la administración está ejecutando, tanto en las calles como al interior de las cárceles, donde, enfatizó, es necesario que se lleven a cabo acciones para que el Estado demuestre que tiene el control de la situación.
«Los gobiernos anteriores hicieron una tregua y los que mandaban en los centros penales eran los mismos pandilleros. Incluso, dentro de las cárceles, ellos tenían su territorio», dijo Pastor, señalando que, ahora, el Estado envía un mensaje a las pandillas en el que demuestra tener el control de la situación en el territorio.
En este sentido, la abogada descartó las críticas que ciertos grupos han hecho a las reformas penales aprobadas por la Asamblea Legislativa, sobre todo, a las realizadas a la Ley de Proscripción de maras, pandillas, agrupaciones, asociaciones y organizaciones de naturaleza criminal.
Para Pastor, las reformas aprobadas por la Asamblea, con las que se ´podrá castigar con cárcel la elaboración de grafitis alusivos a pandillas o la reproducción de mensajes de estos grupos criminales que provoquen zozobra en la población, «es decirle en su cara (a las pandillas) «aquí manda el Estado»».
«Se les está censurando la voz a las pandillas, a los terroristas. Reitero: es mordaza para los mensajes de estos grupos criminales», dijo Pastor, señalando que estas reformas no tienen como espíritu el favorecer la censura o amedrentar el trabajo periodístico, sino más bien silenciar los mensajes de las pandillas para debilitar sus estructuras.