Aún no había salido el sol en Honduras cuando el equipo de Cruz Roja Salvadoreña tuvo un cálido recibimiento el martes a su llegada al municipio de Choloma, en el departamento de Cortés, para cumplir la misión de rescate, evacuación y ayuda humanitaria a decenas de familias afectadas por el paso de la entonces tormenta tropical Eta.
El coordinador salvadoreño de la institución asignado para la misión en Choloma, Tomás Gavidia, de 57 años, lidera un equipo de 26 socorristas expertos en evacuación de daños, apoyo psicosocial, salud y promoción de la higiene, y de atención prehospitalaria y de rescate en inundaciones.
Todos son parte del contingente enviado por el Gobierno de El Salvador el pasado 9 de noviembre, integrado por 270 personas de diferentes instituciones.
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Gavidia cuenta que las operaciones empiezan desde las 4 de la mañana para organizar el plan del día con otras autoridades hondureñas, y llegar a todas las comunidades que continúan incomunicadas por las inundaciones que desvanecieron los caminos y que imposibilitaron el ingreso vía terrestre, marítimo y aéreo. Hasta esta semana que empezó a disminuir el agua en los sectores, los rescatistas han podido evacuar a más de 200 personas, de las casi 3,000 afectadas en el municipio.
«Como Cruz Roja estamos haciendo labores humanitarias en representación del pueblo salvadoreño, para que se sientan parte de este espíritu de ayuda humanitaria», dijo con firmeza Gavidia desde Choloma.
Un gesto de agradecimiento y una sonrisa son el motor que impulsa al salvadoreño a cumplir con los valores y principios que le inculcaron desde pequeño y que decidió practicar desde hace 42 años cuando se unió a la familia de la Cruz Roja Salvadoreña.
Ahí prometió solidaridad, voluntariado y unidad sin distinción de personas para proteger la vida.
«Los hondureños son personas agradecidas. Cada vez que llegamos a una comunidad, reconocen el esfuerzo y el sacrificio del personal que, aunque no es del país, los está acompañando en estos difíciles momentos», agregó.
El coordinador también se encarga de distribuir parte de los 30,000 paquetes alimentarios que el Gobierno salvadoreño envió a las familias damnificadas en Honduras.
Esta no es la primera vez que el salvadoreño cruza las fronteras para ayudar al que más lo necesita, pues también ha formado parte de misiones en Haití tras el terremoto de 2010. En esa ocasión distribuyó ayuda humanitaria. En 2016 se incorporó al equipo de rescate en Ecuador después del terremoto.
El año pasado participó en Paraguay en la formación de equipos nacionales en casos de desastres, que se enfoca en enfrentar emergencias en inundaciones y en incendios forestales.
Gavidia es además miembro activo de los equipos de Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades (EDAN) y de los Equipos Nacionales de Intervención (ENI) en casos de desastre.
Gavidia afirma que no hay nada que lo frene cuando hay una emergencia. Antes estuvo en las labores de rescate tras el deslave en el caserío Los Angelitos II, en Nejapa, el pasado 29 de octubre, que causó 10 fallecidos.
El gobierno hondureño ratificó el jueves la alerta roja por tiempo indefinido en todo el territorio ante la llegada de la nueva depresión tropical 31 que se podría convertir en huracán y que ayer se ubicaba a 960 kilómetros al este del cabo Gracias a Dios.
Las alcaldías mantienen activos sus Comités de Emergencia Municipal para llevar a cabo planes preventivos ante la llegada de Iota.