Luego de la reinstauración, por orden de un juez, del programa estadounidense de protección a migrantes, comúnmente conocido como «Quédate en México», se han levantado las alarmas en los centros fronterizos.
Este programa obliga desde este lunes 6 de diciembre a los solicitantes de asilo a esperar en México sus audiencias en las cortes de inmigración de EE. UU. Mientras tanto, miles de migrantes continúan llegando a la frontera sur, tal es el caso del guatemalteco José Chávez, quien relató a Voz de América que lo último que quiere después de haber pasado dificultades y peligros, es «quedarse en México».
«Siempre tengo miedo, como este lugar es bastante peligroso por las noticias que se escuchan y yo tengo miedo salir a trabajar», expresó Chávez en Ciudad Juárez.
Pero la orden de un juez, quien obligó la restitución del programa, tiene a la Casa Blanca, a miles de migrantes como José, y a entidades humanitarias, ante una nueva encrucijada, así lo explica Fernando García, director de Red Fronteriza por los Derechos Humanos:
«El hecho de que esta administración no sólo este reimplementado este programa que ha sido fallido, un programa que ha puesto a migrantes y refugiados en peligro, sino que ahora también se expande, hacia otras comunidades como la haitiana y la brasileña».
Alrededor de 70 mil solicitantes de asilo han estado sujetos a la norma, que una vez que, entre nuevamente en vigor, se aplicará en ciudades fronterizas con Texas, Arizona y California, pese a que los nuevos términos del acuerdo firmado entre México y Estados Unidos refuerzan la atención humanitaria -incluida la salud y las medidas de seguridad-, los resguardos ya no dan abasto con la demanda de ayuda:
«El regreso de campamentos de refugiados hechizos, no van a tener agua potable, medicina, comida, no apoyo legal en condiciones deplorables», añadió García.
Para los activistas la preocupación aumenta al estar activo también el llamado Título 42, una norma que el gobierno justifica por la pandemia, y que, según activistas, deja sin derecho a pedir asilo a los inmigrantes. Linda Rivas, directora para las américas del Centro de Defensa de Inmigrantes, aseguró que es muy difícil que estos tengan acceso a un abogado:
«Es falso que esto de que las personas tienen acceso a una corte, porque es muy difícil encontrar abogado, y es muy difícil pelear tu caso cuando no sabes, cuando no tienes la seguridad para ti, ni para tu familia», lamentó.
Se tiene previsto que el gobierno estadounidense asigne 22 jueces para tratar de acelerar estos casos en un plazo de 180 días.