El fabricante británico de motores Rolls-Royce anunció este jueves un beneficio de $547 millones, 461 millones de euros en el primer semestre gracias a su reestructuración y al inicio de la recuperación del sector de la aviación.
Rolls-Royce, que se beneficia además del buen desempeño de sus actividades en defensa y energía, había sufrido una pérdida neta de $7,514 millones, unos 6,337 millones de euros, durante el mismo periodo del año anterior, según un comunicado.
El grupo observa una mejora en su rama de fabricación de aviones para aeronáutica, con una «recuperación» en la actividad ya sea para viajes privados o en las aerolíneas.
Sin embargo, señala que los viajes internacionales se están recuperando más gradualmente, debido a la persistencia de las restricciones de viaje.
Su volumen de negocios cayó un 9 %, a $7,179 millones, unos 6,055 millones de euros, lo que refleja las perturbaciones en el sector a comienzos del año.
Rolls-Royce mejora sus resultados principalmente gracias a su plan de reestructuración lanzado para hacer frente a la crisis sanitaria.
Estas reducciones de costes suponen principalmente una supresión de puestos de trabajo, lo que implicó que 8,000 asalariados dejaran ya el grupo.
La compañía tiene la intención de lograr su objetivo de ahorro de costos de $1,392 millones, unos 1,173 millones de euros durante el 2021, en comparación con el 2019. Reducirá un total de, al menos, 9,000 puestos.
«Los beneficios de nuestro programa de reestructuración en la aeronáutica civil se traducen en un menor consumo de tesorería y una mejor eficiencia operativa», señala Warren East, director general.
Estas medidas, asociadas al aumento de su liquidez, «nos hacen confiar en nuestra capacidad para enfrentar las incertidumbres sobre el ritmo de reanudación de los viajes internacionales y beneficiarnos del repunte que vendrá», aseguró.